Auto devaluación. Por Y.H.

Existe una auto devaluación cada vez que la violencia supera al ser. El ser, maneja a la persona y la persona al personaje que se encarna para finalidades diferentes.

La auto devaluación llega, o por confiarse en el exceso de poder, por descuido o por inexperiencia. Como eso tipos que frustrados nunca tuvieron mucho y de golpe tienen todo y no pueden manejarlo.

Los mandriles, y también los homos sapiens, son lo que son, sin poder esconder el ser, que se ve, se escucha y se juzga a partir de las actitudes hasta tribales de las personas, convertidas en personajes. Como en el más fabuloso juego histriónico que la vida exige, hay un teatro de simulaciones donde lo bueno y lo malo, afloran.

Si un sapiens llega a lo más alto, puede ser por condiciones propias, o por fragmentos azarosos de etapas y ciclos que habrá que analizar a posteriori, no durante el proceso. Una serie de complejas situaciones, pueden ubicar a un sapiens en un lugar altísimo, para que, desde allí, como sapiens, no tarde en demostrar mediocridad acentuando portentosamente su condición real. Si su actitud violenta es coronada por afirmaciones que demoran en verse ejecutadas y contrariamente cuestan socialmente la vida de los mandriles que critica, la auto devaluación del encumbrado no tarda en notarse, descendiendo la imagen imprevistamente ante los ojos de quienes nunca creyeron en él, e incluso de un interesante porcentaje de otros sapiens menores que lo ubicaron allí. Aunque habrá sapiens que, ante la violencia, aplaudan, no por convencimiento, sino por beneficios materiales, y serán los primeros en huir espantados cuando el peor desenlace llegue.

Como conclusión, la violencia locuaz, verbal o actitudinal que además se contradice con hechos prometedores que no llegan, siempre marca una caída inicial, de la que cuesta mucho salir.

Sapiens o mandriles, la violencia es terrible y termina siempre de igual forma, en la destrucción o en la desaparición de mandriles y sapiens.

Un tsunami que todos ven, mientras lo analiza mal el sapiens que desconoce que se auto devalúa con exageraciones violentas y que al mismo tiempo re encumbrado, se percibe súper auto creído como colosal, de pie en la playa mientras todos corren, convencido que puede detener semejante oleaje, solo con el pecho.  

La auto devaluación llega por confiarse en el exceso de poder, por descuido o por inexperiencia. O porque nunca se vio un tsunami.

La violencia, la provocación, tan irremediables solo sirven para la coyuntura de una guerra, o para crearlas.

Aunque las guerras tampoco sirvan, salvo para unos pocos, para quienes tengan un interés supremo en ellas y al mismo tiempo mientan, tratando de ocultarlas, o para quienes inexpertos, provoquen sin imaginarlo semejantes consecuencias.

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Autor entrada: La 5 Pata

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