Tiempo Estático

La Política lo es todo, diferenciándola de la Partidocracia. La  Política goza de explicaciones y edificación Cientistas. Es una Ciencia. Hace política hasta quien niega hacerlo. Solo la ignorancia niega su existencia, o el desinterés, y ambos tienen su explicación.

La Política es tal, mientras sostenga su virtud teórica. Su argumentación más utópica es la que la hace más genuina. No existe la política ideal, existe Cómo un Ideal.

Lo que se origina en los Partidos no proporciona el mismo resultado, ni acarrea el mismo fin que el de la Política. Los Partidos sostienen un interés que a veces la Política desconoce como tal aunque el Partido sea una de las mejores herramientas para cualquier transformación. En algunos casos, y en tanto sobrevivan décadas como Partidos, puede llegarse a temas de bien común desde lo institucional, pero generalmente los hombres eliminan los intereses del Partido, mal formando cada fin, es cuando se cumple lo que los hombres desean, no los Partidos, no la Política. A los hombres que los integran, les sucede que bien pueden cambiar de parecer o rumbo, y permanecer en ese partido, trasladarse a otro,  crear uno nuevo, los alimenta un interés que ya es propio, con lo cual cesa la virtud del bien común o al menos se hace difuso. No es cierto que primero está el Partido y después los Hombres, de ser así no hubieran existido el Menemato, ni la Alianza, ni el actual Gobierno. Cualquiera de ellos eliminó al Peronismo y a la UCR. Trabajan e insisten desde la emotividad ajena, no desde los hechos. Asumen y detentan títulos históricos que después defraudan.

¿La política representa al pasado? Sí, y el nexo es la memoria, la documentación, la historia y evidentemente la discusión. Quien descuida la historia es incapaz de liberar el futuro. Analizarla está bien, extraer y aplicar lo mejor de ella también, pretender revivirla o utilizarla en beneficio propio, es un error y a veces una Injusticia, cuando no, una inmoralidad.

El Presente debería estar representado en la Política. Pero al no ser el presente visualizado con la distancia con la que se observa el pasado, se carece de una valoración y un resultado exactos, y a la gente le falta la valoración de la identificación real, no se identifican con…Hoy no se sabe con certeza en medio de qué se vive. Extraemos del pasado reciente lo que pretendemos ser, sin ordenarlo antes. Pretendemos identificarnos con lo que desconocemos. Traspolamos ese ayer al hoy, sin ver que el mundo es otro. El resultado es la confusión y el oportunismo de cada coyuntura en unos y otros, de quienes viven de lo partidario sin ofrecer nada a cambio.  Todos sospechamos, todos somos sospechados. Cuando la Política no decide Qué Es, se ve convertida en una guerra preeminente de nadie, hacia ninguna parte. Y siempre alguien lidera cuando se va hacia ninguna parte.

Se elimina la confianza. Expresado de otro modo, es cuando unos pocos deciden por todos. Se deja de hacer política, para pasar a hacer Negocios. Solo que quienes votaron, no participan de ello. Convalidarse en las urnas no significa olvidar los consensos y poner en riesgo los resultados más comunes.

No sincerar el pasado, es cargar lo que no quedó resuelto. No resolver la historia respetando una diversidad de posturas, es la incapacidad de remediar el presente. No nos animamos al futuro. Sin un pasado ordenado, sin un presente con propósitos, no tenemos deducciones. Nuestro alrededor envejece sin que nosotros avancemos con él.

Estamos, como presos en el tiempo.

La Quinta Pata.

YAYO HOURMILOUGUE.

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Autor entrada: Editor

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