Escrito en el agua.

YAYO

En Argentina nada está escrito en las piedras, todo está escrito en el agua. Tengo del Presidente de la Suprema Corte el mejor concepto. Y tuve el honor de entrevistarlo dos veces, hace algunos años.

El Dr. Lorenzetti ha dicho ayer que en nuestro país hay buenos Diagnosticadores para identificar culpables, pero no así para encontrar soluciones a cada problema. Agregó que “los problemas cotidianos siguen siendo la inseguridad, el trabajo, la educación, las jubilaciones y la exclusión”. Y solicitó al Gobierno Nacional y al Poder Legislativo que coordinen  “una agenda común para solucionar los problemas de la gente» agregando un dato nada menor;  el error de “judicializar» temas que no son específicos de los magistrados. Resumiendo, ha pedido no politizar la Justicia, o dicho de otro modo, que los dos Poderes restantes se hagan cargo de lo que originan, o de lo que surge de la sociedad y no tiene miras de ser solucionado en esos ámbitos.

Lorenzetti nos tiene acostumbrados a planteos específicos y concretos. Hay autoridad en lo que dice, y sin pérdidas de equilibrio hasta ahora, lo que sí se observa en lo común de los duelos entre Gobierno y Opositores, aunque salvo las exageraciones es mejor que ocurran a que no sucedan. El debate es necesario, las pérdidas de tiempo no son otra cosa que aumentos desmedidos de esos Debates en el desorden, inexactitudes que buscan un camino mientras construyen tiempo.

Lo que el magistrado mencionó; trabajo, educación, jubilaciones y exclusión tienen su tiempo vencido, salvo la inseguridad de la que cualquiera es víctima. Queda claro que los problemas que Lorenzetti nombró no son los que observan con rigurosidad aquellos que insisten en que Argentina está mejor; y lo está, si la miramos desde la comodidad de sectores importantes que no reparan demasiado en estas cosas; sino que por trabajo y capacidad propia, o por ventajismo, inescrupulosidad o suerte, están sujetos a un modo de vida sin carencias básicas. A propósito, es un modo de vida que desconocen quienes integran los tres Poderes o subsisten de ellos. Mientras que a algunos les sobra tiempo para pensar qué hacer con una carga de responsabilidad a cuestas, filosofando política en vez de aplicarla, a otros les llega la vejez ya desesperanzados en creer en un empleo en blanco, techo propio, una prepaga, educación para sus críos, una simple tarjeta de crédito o los servicios más básicos. Y es un hecho inapelable solidarizarse con aquellas desgracias que uno mismo no padece. En Argentina nada está escrito en las piedras, todo está escrito en el agua.

Somos la 5° Pata.  YAYO HOURMILOUGUE.

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Autor entrada: Editor

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