Como ocurre dos veces al año y luego de fondear en las afueras de Punta Arenas unos 400 buques chinos cruzaron el Estrecho de Magallanes, para pescar en el Océano Atlántico y en especial en el Mar Argentino que al no ser controlado por las autoridades nacionales es depredado de manera constante.
Autoridades chilenas confirmaron que las 400 embarcaciones chinas que pescaban frente a la Zona Económica Exclusiva de Ecuador, ya superaron el estrecho de Magallanes, y en su totalidad se encuentran en el Atlántico. Un año más de depredación y saqueo en el límite de las aguas jurisdiccionales argentinas.
Según recientes reportes, de las 400 embarcaciones que integran la flota china ya ninguna queda en el Pacífico, con lo que se deduce que, definitivamente, ya todas se encuentran abocadas a la fabulosa depredación en los caladeros del Atlántico Sur, frente a la Patagonia argentina.
Así lo dio a conocer días atrás en declaraciones al diario Concepción el subdirector de Pesquerías de Sernapesca de Chile, Fernando Naranjo, quien informó que “ya en diciembre observamos que gran parte de esta flota está instalada en las zonas de pesca del Atlántico mientras que los últimos barcos en el Pacífico se encuentran todos en navegación hacia el estrecho de Magallanes y ninguno pescando”.
En el mes de septiembre una buena parte de la flota de naves chinas se mantenía en el límite de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) de Ecuador, y en esos días comenzó el lento navegar con rumbo Sur.
Durante octubre y noviembre fue incesante el desplazamiento de las embarcaciones vía estrecho de Magallanes en busca de los caladeros de calamar en el sector austral del océano Atlántico.
El jefe del departamento de fiscalización pesquera del vecino país, Pablo Ortiz, confirmó el paso del último convoy de naves por el estrecho de Magallanes. Un sistema de vigilancia satelital permite conocer la velocidad de navegación de cada embarcación, y así descartar actividades de pesca en aguas territoriales chilenas.
De esta forma, se confirma otro año de depredación por parte de la enorme flota de origen chino, que arremeterá contra el preciado calamar que desde aguas jurisdiccionales argentinas migra hacia el Este. En el límite de la milla 200, lo esperan las redes de las embarcaciones de bandera china, en un festín de sobreexplotación sin control, sin estudios científicos, sin licencias de pesca y sin solución para la Argentina.