Hace pocos días, escuchamos y desgrabamos para ser enviado a una base importante de datos, al Presidente Macri en el CCK. Los contenidos en cuanto a Consensos Básicos. Allí dijo «Queremos acabar con los privilegios que salvan a unos pocos mientras tantos argentinos padecen la pobreza y la desigualdad» (…) «Es inadmisible que en un país con las condiciones estructurales que tenemos haya tantos argentinos en la pobreza. Vamos a terminar con la pobreza»
Bien, esos privilegiados están en el Poder. Llámese Judicial o Político.
Días después, hicimos lo mismo con el Ministro de Hacienda en oportunidad del anuncio de la Reforma Impositiva, tema que los argentinos esperamos desde hace décadas.
Las declaraciones de Dujovne, y sus respuestas a los colegas, dejaron flotar más dudas que buenas intenciones. Sabemos que son temas trabados. De una alta complejidad. Pero precisamente por esa razón, cada Funcionario está donde está.
Y creo no equivocarme si afirmo que de lo expuesto en esa Conferencia, todo junto, así, no cierra. El Gobierno está diciendo el “Qué”, pero está lejos del “Cómo”.
Para bajar déficit hay que bajar distorsiones, sobre todo Gastos Políticos en todo el país. Hacienda, sabemos, pretende recortes importantes de otros Ministerios, casi un 20%, pero el tema continúa sin llegar a la superficie. Dujovne al parecer, no cuenta con ese poder. El ítem recorte Gasto Político no lo veo escrito en ninguna parte.
Y mete temor el nuevo esquema Jubilatorio; del 22% actualmente pautado que cobran nuestros viejos, sus jubilaciones comenzarían a descender de aprobarse éste proyecto. Con estimaciones de un 3,5% de crecimiento para 2018 y una inflación promedio del 17% (ingresos y gastos), y de ajustarse por inflación como proponen ahora, estarían por lo menos 5% abajo en 2018 respecto a lo que perciben en 2017. Y podría ser más.
El tema tasas lo ha regulado el BCRA con críticas y apoyos, incluso dentro del propio gobierno. La actitud que puede tomar Sturzenegger ante esto aún es un desconcierto, tras el panorama del Ministro de Hacienda, quien fue claro, “gravar bonos” y las Lebacs estarían incluidas. Macri piensa en un recorte de 90 mil millones del gasto, y el internismo se ha desatado en Balcarce 50 antes que el proyecto llegue al Congreso, donde espera su discusión central en 10 días. A las entidades financieras no le ha caído bien más de un detalle del anuncio. Y a los sectores productivos sobre todo Pymes, tampoco. Desde las Pymes Biodiesel, hasta las Cervecerías Artesanales, pasando por el Sector Vitivinícola en casi toda provincia, hay descontento y preocupación.
Desde el Sector Privado nos dicen que si en lo macro persiste el desequilibrio con un gran atraso cambiario, altas tasas, excesiva presión tributaria, y un importante endeudamiento hacia adelante, la inversiones continuarán con demoras, mucho más de lo esperado. Para la UIA, el sector Privado hizo el ajuste, mientras que el estado sigue derrochando. Un tema del que Dujovne en el último encuentro que mantuvieron, fue más que contestatario. Cierto sesgo de razón tuvo. Como si fuera poco, el impacto del biodiesel por el bloqueo estadounidense tomó a más de un ministro folclórico, durmiendo la siesta.
El tema Reforma Impositiva es una medida largamente esperada por los argentinos. Es sugerible, que entre Poder Ejecutivo y Congreso Nacional, se tomen el tiempo necesario, que no son los tiempos del Gobierno, o debo decir del País, ante este cuadro alarmante del déficit fiscal actual. Tienen la oportunidad de hacerlo del mejor modo que se pueda. Consensuadamente.
El Gobierno no puede desconocer que si por un lado 8 millones de argentinos pagamos por 20 millones que no aportan, por otro, el privilegio de ser Político o Juez, genera desproporciones inusitadas para cualquier lógica racional. El esfuerzo debe concentrarse en corregir esas distorsiones. Un Sistema que hemos alimentado desde hace décadas.
Si el Presidente quiere terminar con la Pobreza en el país, o al menos intentarlo desde y como “un interactivo moral” hacer las correcciones necesarias significa comenzar con la reducción de sueldos en los Ministerios y optimizar cada Burocracia Gubernamental. Están excedidas.
Impedir cualquier tipo de corrupción administrativa, también es central.
La solución no pasa por las jubilaciones, ni, nuevamente, la asfixiada Clase Media, ni por quienes pagamos impuestos conscientes de tanta distorsión y tenemos la mala costumbre de comer tres veces al día. Sería un error achicar desde el consumo. Se necesitan de los Consensos que el Presidente habló, y de buenos técnicos y políticos, para sacar adelante una Reforma Impositiva que esté a la altura de las exigencias actuales. Hasta hoy, hay más iniciativa de hacerlo que claridad.
Yayo Hourmilougue
LAQUINTAPATA
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