Entre la Ignorancia y la Soberbia, habita la Grieta. Es ideológica, dicen, pero se me figura más que nada, Cultural. Habita entre los que no nos importa tanto ver, la Impunidad y la Corrupción, quizá por costumbre. Una pésima costumbre.
Así, casi sin notarlo por estos días se ha llegado al núcleo de la Grieta, o al menos al primer paso obligado hacia ella. Para multiplicarla, o exterminarla con el devenir de los años.
Se juegan más que salarios. Por una sucesión de hechos impensados Baradel va a conseguir mucho más de lo que exigía, pero a contramano de sus intenciones. Ni él ni ninguno de los protagonistas iniciadores del conflicto lo vieron venir cegados por el pasado inmediato y las elecciones cercanas en el Gremio. Y si bien hay y habrá otros factores que indagar respecto al componente ideológico y cultural de la Grieta, el tema Baradel/Gobierno, ha desatado la Inflexible Discusión sobre ella a todo o nada, ocupando el centro de la cuestión, sin que la percibamos de tal forma aun. ¿Qué más quiere un Gobierno? ¿Qué más querría? O acaso debería preguntar, ¿Qué más quieren los argentinos?
Se ha puesto a La Educación en la más alta plataforma de discusión, si es que las cosas desde ahora se hacen bien y con el acompañamiento ciudadano. Cada uno de nosotros creemos en el derecho a decidir sobre la educación de cada hijo, de cada nieto ¿Lo tenemos?
Tras una educación ausente o cuanto menos deformada, está La Grieta.
Baradel ha conseguido en su contra un 67% de la sociedad. Negando la más elemental estrategia política, victimizándose, enfundándose y demostrando, no una militancia sindicalizada, sino político-partidaria.
Y han quedado pegados en la impronta un puñado de gremialistas a los que hasta ayer se les creía ¿Hasta dónde van a acompañarlo? ¿Hasta dónde lo hará el Kirchnerismo parlamentario?… ¿A quién le convienen algún Baradel? ¿Le conviene tenerlo cerca a este Kirchnerismo electo y congresista partido en tres (incluido el Justicialismo disperso), en lo que resta hasta Octubre?
Baradel entró en un camino sin retorno alimentando un conflicto con el que arrastró voluntades impensadas, y que en breve serán pocas.
Sobre demandando un conflicto que lo expone en una búsqueda propia y personal antes que representativa, Baradel ha conseguido fortalecer al Gobierno como nadie lo imaginó.
Él tampoco.
Yayo Hourmilougue-
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