LA DUDO-CRACIA.

 

No entiendo las razones por las cuales uno debe creer, así de golpe, que la Presidenta sembró alguna duda respecto a su decisión de continuar o no un segundo período. Cuando en realidad y formalmente, jamás ha dicho si va a seguir, o por el contrario, si no piensa hacerlo. No estamos ante una sorpresa. Más bien, asumamos que recién hoy expresó formalmente lo que nadie debió desconocer. Hasta puede ocurrir que los papistas hayan dado por obvio lo que el Papa aun no había consagrado.

Y me voy a permitir mencionar nuevamente al analista político Jorge Giacobbe, cuando el sábado pasado dijo al aire que el Oficialismo, está sin candidato. Fue el primero en decirlo. Hoy, lo deslizó la propia Presidenta.

Infiero que;

-O forma parte del coqueteo político. (Pero lo dudo)

-O ha decidido que no continúa.

Si la Presidenta pensara en función del conjunto de razones que implican un país que ha crecido, pero cuyas complejidades subyacentes llegarán sin dudas más adelante, y asumiera la necesidad de correcciones que aun no se han obtenido, seguramente sería la candidata del Gobierno que ahora encabeza, a riesgo de no desconocer que hay enemigos que comienzan a sentarse en casa. Nadie desconoce la enfermedad del poder que ha empezado a complicarle socialmente decisiones fundamentales. Y este argumento, puede llamar a cansancio a cualquier presidente. De continuar, el trabajo más arduo para la Presidenta, es su propio entorno y sectores que pueden volverse inmanejables.

Si la Presidenta tuviera razones que le indicaran la necesidad de tener una vida propia, un derecho sagrado para todo ciudadano, sin dudas ya se debería ir buscando un candidato para el oficialismo, porque de hecho no lo tienen. Incluso la buena medición de Scioli en la provincia, no es evidencia que a nivel nacional se sintetice algo parecido, en tanto, la gestión en la provincia no ha sido precisamente buena. Ha trabajado, pero faltan resultados.

Si el quehacer político del Dr. Kirchner era crear conflictividad en distintos frentes, para desarrollarse dentro de un “modo operativo” de resolución permanente, poniendo en jaque los entornos para después diferenciarse, la manera de la Presidenta hoy es otra. Aceptó compartir aquella sociedad política antes, pero hoy la realidad es diferente. Dicho de otra forma; Ella podía aceptar con reparos y peleando su espacio, la conflictividad en su sociedad política anterior, su matrimonio político, pero no podrá aceptar la conflictividad social que se avecina, de quienes no son socios sino subalternos aunque parezcan olvidarlo, y transpiran deseos de poder por cada poro, comenzando por lo sindical. Porque esa conflictividad, antes o después va a generar el desequilibrio político que ella como Presidenta no desea, ni necesita, y es improbable que pueda detener una estampida semejante con quienes la acompañan.

De continuar, está obligada al llamamiento de un gran consenso político y social, pero hay un detalle y no es menor ¿cuenta con cierto tipo de oposición para ello? ¿Qué ha demostrado la Oposición hasta ahora salvando pocas excepciones? A la vista está lo complejo de cualquier intento de alianzas.

Por otra parte, si muchos creen que la salida de la Dra. Cristina Fernández de Kirchner provoca una distorsión política desesperante, estamos ante el mas monumental Huerfanismo corriendo el riego de pasar a ser Tribu en lugar de País. Y acaso sea así. Es probable que de la Oposición quienes ya han retrocedido pretendan avanzar, nuevamente, y que quienes están numéricamente disminuidos en las encuestas saquen pecho creyéndose favorecidos. Sin olvidar que hay que considerar componentes de política exterior que ya se insinúan, comencemos a mirar la medida que Brasil ha tomado hoy, solo como un dato inicial.

Sin embargo, no está mal lo que sucede, o el escenario que pueda llegar a precipitarse; Se ha crecido económicamente sin lograr modificar lo significativo de la Desigualdad. Todavía falta. Y por primera vez nos enfrentamos a un sistema diferente, por el que tarde o temprano teníamos que transitar; La Dudocracia. Los libros dirán mañana que la Dudocracia apareció, después de la más fatal de las Mediocridades. Cuando el Personalismo exterminó las Posibilidades Sociales, y lo que quedó de la Política se los deglutió a ambos.

YAYO HOURMILOUGUE.

LA 5PATA-

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Autor entrada: Editor

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