La Libertad auto-eliminada.

No he escuchado o leído mucho en Argentina acerca del Día Internacional de la Libertad de Prensa,  declarado formalmente por la Asamblea General de las Naciones Unidas cada 3 de mayo, desde el año 1993. Entre sus objetivos, puede leerse; (…) “fomentar la libertad de prensa en el mundo al reconocer que una prensa libre, pluralista e independiente es un componente esencial de toda sociedad democrática». Y algunos temas desarrollados en años anteriores siguen preocupándonos;  “Los medios de comunicación y los conflictos armados”, “Cobertura de guerra contra el terrorismo mundial”, “Los medios de difusión como impulsores del cambio”, “Medios de comunicación y buen gobierno”, “¿Quién decide cuánto se informa?” y “Combatiendo el racismo y promoviendo la diversidad: el papel de la prensa libre».

Es necesario diferenciar algunos ejemplos.

 

-Estamos en Argentina, o en Venezuela, o en Bolivia, o en Colombia, o en el sur de Méjico de este 2011.

-No en Brasil, no en Uruguay, no en la mayoría de los países del mundo.

-Algo más alejados, están Libia o Yemen o China. Donde el Autoritarismo hace estragos, castiga, encarcela, y censura.

 

Se trata de tres casos diferentes.

 

¿Podemos decir que en Argentina hay censura? No, no podemos decirlo, de ser así yo no podría escribir esto ni publicarlo. ¿Qué hace la diferencia respecto a algunos Gobiernos en 2011?

Que no han censurado precisamente, sino que han construido su propio periodismo para fines específicos, y lo han hecho público sin ambigüedades. Podrá objetarse su legitimidad, no su legalidad. Y el hecho probado de acompañar o no a quien una Autoridad decide con el dinero del Estado, es decir, de todos, mediante publicidad oficial. Lo que achica el número de probabilidades independentistas en esta profesión, sin dudas.

 

Entonces han aparecido periodistas jóvenes que de otra manera difícilmente hubieran sido conocidos hoy, y que con menos tiempo para aprender, sin embargo, están ahí. Y han reflotado a escena Periodistas maduros que ya declinaban o desaparecían, que extraviaron o perdieron el camino y que hoy critican Medios donde en más de un caso trabajaron durante años.

 

La estrategia es maravillosa. No hay Censura, hay una Construcción Sistémica de Periodistas que por convicción o por interés, son dos cosas diferentes, aceptan una bajada de línea que no objetan y profesan.

 

Entres ellos están quienes creen en lo que sostienen, y de hecho deben ser respetados, su credibilidad los salva.

 

Quien está convencido es Inocente.

 

Otro es el caso de los mercenarios de la palabra, pero aquí vale una distinción, hay mercenarios de la palabra de grandes multimedios también. Se ha permitido la construcción de un país de bandos.

 

Como sea, “se trata de Gobiernos que son contestatarios a la Prensa, con componentes que extrajeron y obtuvieron precisamente de esa misma prensa, aprovechando voluntaria o involuntariamente la gran crisis del periodismo desde la Dictadura, hasta los 90”. Una crisis que los periodistas no nos ocupamos de tratar cuando debimos hacerlo. O fuimos impotentes o incapaces, o el exceso corporativo pudo más que las pasiones, acabando con ellas.

 

Definitivamente; nadie es del todo libre. Nadie es del todo siervo.

Se elige y en un caso u otro, siempre se paga una consecuencia.

Se elige y en un caso u otro, el país pagará las consecuencias, porque el fenómeno no está apartado de los Gobiernos, ni de las dirigencias empresarias, ni de cada político opositor, mucho menos de cada uno de nosotros, periodistas, al fin y al cabo.

 

YAYO HOURMILOUGUE.

LA 5 PATA.

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Autor entrada: Editor

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