Va llegando el momento en que la valentía deje paso a aquellas circunstancias políticas que exigieron estar de un lado o de otro. Permitirnos que la intrepidez desafíe a la temeridad. Que lo bizarro admita la autonomía incluida en el propio oficialismo, de decidir quiénes son Unos alejados de cargos funcionales y quienes serían Esas Mismas Personas si tuvieran la opción de decidir por sí mismos. De Ser Políticamente. Este es un país que vive del pasado sin remordimientos cuando se trata de etapas democráticas. Irreversiblemente, sin los desvelos de desasosiegos republicanos. El hecho que algún candidato de amarras decida en algún momento compartir aspectos de esta gestión tanto como tomar distancia y vida propia, lo que parece ficción, tiene que darse mientras el 2011 se nos viene encima. Se trataría de una carga de benigna democracia para que aquellos que ya se sienten en condiciones de ser refrendados como candidatos por sí solos y alejados por más de una
razón de esta forma actual de gobernar, lo hagan sin pedir permiso. Está faltando el valor de hacerlo. Sería una manera en que propios y extraños afronten como un error bochornoso a las Candidaturas Testimoniales que la memoria más lúcida pretende olvidar, o atesorarlas solo para los ejemplos de autodestrucción ciudadana. Saber de una vez porqué cualquier Testimonial o hechos similares no se pueden y no se deben repetir. Si el modo de hacer política hoy, más que eso, el estilo, se basa en la confrontación permanente y ha dado resultado ¿Cómo pretender que no haya violencias mínimas, gestuales, en las calles del día a día? Es hora de ir reparando en que la pretensión de ganar no habilita a cualquier cosa. No es malo, ¿o sí? que Scioli se fotografíe con Macri, después de todo hace años, Kirchner se fotografiaba con Menem.
Somos La 5° Pata.
YAYO HOURMILOUGUE.