Dios
que tiene poder sobre los rayos
y los truenos
dice que ha extraviado un crisantemo,
y ahí anda, perdido, buscándolo
por los caminos del infierno.
Pobre Dios, que no sabe que yo,
un simple mortal, lo tengo escondido,
allí mismo
donde no llega el recuerdo….
¿Dárselo? Nunca!!! No.
Tanta memoria, no tengo.