Dame tierra, dame vivienda, dame pensiones agraciadas, dame planes, dame comida, dame… ¡Dame! Hubiera sido fácil para mi generación. Los que buscamos la Universidad, trabajábamos para poder asistir. Algunos ya con hijos, escrutábamos el turno noche. Y dormíamos muy poco. Contábamos monedas para una hamburguesa o un pancho. Cuando hoy y sabiéndolo académico escucho […]