Reforma laboral: no se trata de flexibilizar, sino de dinamizar. 

Desde 2010, Argentina atraviesa un estancamiento en la creación de empleo registrado privado y un aumento de actividades de baja productividad. El número de asalariados formales cayó del 60% al 50%, mientras que el de monotributistas creció a la par de la informalidad laboral. En este contexto se instala el debate sobre la reforma laboral: cómo construir un marco legal que, sin quitar derechos a los/las trabajadores/as, permita que las empresas crezcan y produzcan. La ley debe ofrecer seguridad jurídica y adaptarse a las particularidades de cada sector. Para eso, es necesario reducir la litigiosidad, actualizar la negociación colectiva y hacer más eficiente y previsible el sistema judicial.

En esta columna te explicamos en detalle las medidas que deben ser consideradas.


Invertir en educación: una estrategia que va más allá de las cifras. 

En un marco de fuertes restricciones fiscales, el proyecto de Presupuesto 2026 enviado al Congreso propone derogar el objetivo de destinar el 6% del PBI a la educación -establecido por ley en 2006- y mantener el 4,9% actual. Este porcentaje parece insuficiente frente a algunas realidades; por ejemplo, hoy, en Argentina, la mitad de las escuelas primarias no tienen red cloacal, biblioteca, computadoras o conexión en las aulas, y los docentes cobran menos que hace 20 años.

Pero la discusión no debe centrarse únicamente en la cantidad de recursos, también es necesario plantear cómo se asignan. Una inversión inteligente es condición necesaria para lograr mejores resultados, algo imperioso para un país en el que sólo 1 de cada 10 estudiantes concluye la educación obligatoria en el tiempo teórico y con los aprendizajes satisfactorios en lengua y matemática. Entonces, la solución no es abandonar el compromiso de inversión, sino hacer una mejor política educativa, como proponemos en este artículo.


Alerta global: el calor extremo ya es pandemia. ¿Qué hacemos? 

En estos días se desarrolla en Brasil la cumbre mundial COP30, con un gran eje de debate: cómo prepararnos para los fenómenos climáticos cada vez más frecuentes y graves. El calor extremo es una de las mayores amenazas a la salud global: provoca más de medio millón de muertes por año y aumentó un 23% en las últimas tres décadas.

En ese sentido, se hicieron dos grandes anuncios: un compromiso de inversión de 300 millones de dólares para acelerar soluciones enfocadas en preservar la salud y la presentación de un “Acelerador de Ciudades Frescas” del C40, una coalición de más de 35 ciudades -incluyendo Buenos Aires, Santiago, Bogotá y París, entre otras- que van a implementar diferentes medidas para enfrentar el calor extremo, publicando reportes de avance cada dos años.

Desde CIPPEC venimos trabajando en esa línea, llevando adelante un proyecto en seis de las ciudades más pobladas del país (Buenos Aires, Córdoba, Rosario, Mendoza, Tucumán y Resistencia), que tiene como objetivo reducir el impacto del calor extremo en la salud de las personas mayores. ¿Cuáles son las principales acciones? Te recomendamos esta nota para conocerlas.


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Autor entrada: La 5 Pata

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