Jorge Macri asumió la presidencia del PRO porteño tras un acuerdo con Patricia Bullrich, Diego Santilli y Cristian Ritondo. Horacio Rodríguez Larreta se quedó afuera de todo.
La renovación en el PRO de la capital fue total. Jorge se quedó con la presidencia e impuso a Clara Muzzio como vice 1° para asegurarse el control total del partido.
La particularidad es que Daglio responde a Bullrich, cuya pelea con Mauricio Macri tuvo un final escandaloso semanas atrás cuando asumieron las autoridades de la asamblea nacional. Macri había sellado un acuerdo con Patricia para la presidencia de la asamblea que después incumplió.
El acuerdo que le dio una vicepresidencia a Bullrich se cerró antes de la última pelea y por eso Daglio asumió la vicepresidencia adjunta. Por el momento el bullrichismo se mantiene alineado con Jorge Macri en la Legislatura, pero parece difícil que ese esquema se mantenga el año próximo para las legislativas.
Larreta decidió correrse completamente. El ex jefe de Gobierno cree que el PRO está «terminado» y no tiene sentido pelearse por «los restos de un partido que no tiene ningún peso».
En el larretismo consideran que Mauricio le entregó el partido a Javier Milei y eso le quitó completamente su identidad. Hay otros que piensan que después de haber perdido con Bullrich incluso en la Ciudad, no quería llevarse otro chasco.
Ezequiel Sabor, cercano a Jorge, ocupará la secretaría general del PRO porteño. Natalia Persini, hija de la esposa de Fernando Niembro y ex legisladora, fue elegida como secretaria de Organización del partido.
En medio de controversia por la licitación de las grúas, ni Jorge Macri ni Clara Muzzio estuvieron presentes en la designación de autoridades. La asamblea había sido convocada por Claudio Romero, cercano a Larreta y titular hasta el lunes del PRO porteño. El legislador destacó la duplicación del padrón y «superávit por primera vez en la historia del partido» en los últimos 3 años.