Una vez más quienes más pierden son las y los jubilados. El ajuste siempre con ellos.
Ninguna gestión ha dado prioridad a la protección de los jubilados.
No podemos permitir que el ajuste recaiga siempre sobre ellos.
CANASTA BÁSICA: Al menos 4 de cada 10 jubilados viven bajo la línea de pobreza e, incluso, de indigencia.
Al menos 3.500.000 jubilados, perciben el haber mínimo, que a diciembre de 2023 fue de 160.000 (105.000, acompañado con un bono de 55.000).
Esto NO alcanza para cubrir siquiera la mitad de la canasta básica de un jubilado de $313.185 (en octubre 2023).
Información adicional:
En el actual contexto de crisis económica y social, las reformas masivas a través de diferentes normas (Ley, Ómnibus, DNU 70/2023) desprotege a los jubilados. Ninguna de las fórmulas logra compensar la inflación y deja a nuestra población mayor en una situación de total vulnerabilidad.
LEY ÓMNIBUS – NUEVA FÓRMULA DE ACTUALIZACIÓN
El proyecto de Ley que se enviará al Congreso Nacional plantea una modificación de la fórmula de “movilidad jubilatoria” (art. 32, Ley 24.241). En ese sentido, determina que a partir del 1 de abril de 2024 los haberes jubilatorios se actualizarán en base a la inflación mensual determinada por el Índice de Precios al Consumidor Nacional (IPC) publicado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), quedando la actualización hasta esa fecha sujeta a la fórmula vigente.
Hasta esa fecha, se continuará aplicando la actual fórmula de actualización que se calcula a partir de la sumatoria del 50% del aumento trimestral de la recaudación de la ANSES y del 50% de la variación de los salarios.
Si bien la iniciativa acorta los plazos de actualización y los ajustes estarán indexados por el costo de vida, los jubilados perderán contra la inflación durante el primer trimestre de 2024.
En este periodo, los haberes previsionales se adecuarán en base a la fórmula vigente, que está por debajo de la inflación, por lo que la base de cálculo para abril se encuentra atrasada desde el momento cero. A su vez, a largo plazo, establecer las actualizaciones de las jubilaciones solo vinculadas a la inflación puede implicar un congelamiento y no una mejora de las mismas, dado que en momentos de mayor crecimiento económico y baja de la inflación las jubilaciones aumentarían menos que el resto de los ingresos.
Ante un contexto sumamente inflacionario, la actual fórmula también ha generado retrasos en los aumentos de los haberes jubilatorios teniendo que compensarse con bonos adicionales, que solo se aplican a los haberes mínimos.
Se estima que la movilidad de marzo rondaría el 30% o 35% contra una inflación acumulada del 75% u 80%. Así, hasta que se aplique la movilidad por inflación, los haberes previsionales sufrirían una pérdida adicional a la que tuvieron durante las anteriores gestiones de gobierno.
Por eso, un cambio es necesario y urgente.
Amnistía Internacional Argentina no va a parar de trabajar este año y los que vienen, para que los jubilados y jubiladas de nuestro país puedan vivir con el goce de sus derechos.
No vamos a parar hasta que:
1.Se garantice que toda medida que se tome mejore de manera sustantiva las condiciones de vida de los jubilados garantizando recursos y servicios de calidad
2. Se aumente progresivamente el monto de las asignaciones jubilatorias hasta el máximo de los recursos disponibles, particularmente atendiendo la situación de aquellos titulares que cobran la jubilación mínima.
3. Se adopte medidas urgentes para que los ingresos previsionales de los jubilados recuperen su capacidad económica que le garanticen recursos suficientes y dignos.