CRA se acordó de reclamar por las retenciones y puso tres ejemplos para explicar lo nocivo que resulta ese impuesto a la producción.
Confederaciones Rurales manifestó en el día de hoy el rechazo al proyecto de ley que el Poder Ejecutivo elevó al Congreso Nacional, al menos en el apartado relacionado a las exportaciones.
La entidad que forma parte de la Mesa de Enlace emitió un comunicado donde recuerda que el cobro de derechos de exportación es nocivo para las actividades productivas, sobre todo economías regionales, dado que el nuevo gobierno de Javier Milei propone un aumento generalizado de ese impuesto.
“El proyecto de ley propone un aumento de los derechos de exportación para muchos productos agropecuarios y de economías regionales”, explican desde la entidad que preside Carlos Castagnani, a la vez sintetizan: “El nuevo esquema introduce nuevas distorsiones y generará problemas para los productores, menor inversión, menor empleo y más concentración de la producción. Para muchas actividades productivas, en particular en las economías regionales, esta nueva presión tributaria perjudica notoriamente a los productores, y el beneficio a obtener por el fisco nacional es escaso”.
Esta comunicación se da en el contexto de la propuesta oficialista de incrementar todos los derechos de exportación que llegarían al 15%, a excepción de algunas economías regionales que gozarán de su eliminación total, el sector vitivinícola que tendrá tope de 8% y el complejo sojero que tributará 33%.
Para argumentar su rechazo, las confederaciones rurales dijeron: “Los casos más complicados son los vinos, el algodón, la carne ovina, el aceite esencial de limón, el tabaco, la cadena forestal, la cadena avícola, la cadena porcina, la floricultura, la mandioca, las aromáticas y especias, sin enumerar otras producciones regionales menores, como por ejemplo semillas de chía, sésamo, poroto mung, cártamo y pisingallo”, haciendo referencia a algunas de las actividades que no están dentro del grupo de los exceptuados (aceitunas y aceite de oliva, lácteos, cueros bovinos, frutícola, legumbres, hortícola, miel, azúcar, yerba mate, té, equinos y lana).
En el comunicado que emitieron, los ruralistas recordaron un reclamo que lleva más de 15 años: “Es imprescindible eliminar las retenciones, impuestos que no se cobran en casi ningún país del mundo. Esta oposición tajante a los derechos de exportación la hemos mantenido desde su primera imposición y es una premisa irrenunciable en defensa de la producción que mantendremos sin importar el signo político de quien gobierne”.
Para ejemplificar el impacto de la recomposición o aumento de estos impuestos en algunas cadenas productivas, CRA analizó a la carne ovina, los vinos y la chía, cártamo y otras semillas.
Sobre la carne ovina, la entidad asegura que el 85% de la exportación proviene de la Patagonia. “Los derechos de exportación de 5% fueron bajados a 0% en 2022. La abrupta suba a 15%, en un contexto de precios internacionales al 50% de su valor de años previos, limita toda posibilidad de exportar en 2024”.
A su vez, calcularon que el beneficio para el fisco sería de entre USD 1,5 a USD 2 millones anuales, “una cifra insignificante para el Estado, pero determinante para una producción de 2.000 productores proveedores de la exportación”, dijeron, a la vez de subrayar: “Se le estaría quitando entre $500.000 y $800.000 a cada productor, afectando seriamente la actividad”.
En cuanto a la producción de vinos, la alícuota de derechos de exportación propuesta pasaría de 5% a 8%.
Es por esto que desde CRA afirman: “De cara a 2024, el mercado interno de los vinos sufrirá una fuerte caída de ventas por caída del poder de compra del salario, por el alza abrupta de la inflación, en medio del proceso de normalización de precios relativos comenzado desde el 11 de diciembre”.
Por otra parte, a priori se espera una mayor cosecha, en un contexto importante de stocks, o sea habrá mayor oferta de vinos. “En ese escenario, es clave la salida exportadora. Para los vinos varietales, en principio, el nuevo tipo de cambio ofrece mejores perspectivas. Pero en un sector que tendría exceso de oferta por caída del mercado interno, aumentar los derechos de exportación, y no llevarlos a 0% será un golpe adicional sobre la rentabilidad de la cadena, tanto bodegas como productores, que son quienes cargarán con el costo mayor del problema”.
Como en el caso anterior, los productores contabilizaron: “Una posible recaudación por derechos de exportación del orden de USD 80 millones en 2024 no tiene impacto fuerte en las finanzas públicas, y sí lo tendrá en la rentabilidad de la producción”.
También desde la entidad de productores analizaron lo que podría pasar con otro sector, el de producción de semillas como la chía, sésamo, poroto mung, pisingallo o cártamo.
Al respecto graficaron: “Presentan otros tipos de problemas, porque ante la introducción de derechos de exportación, el impacto negativo sobre productores de Salta, Jujuy, Tucumán y Chaco sería enorme, y el beneficio para el Estado es mínimo”.
Las exportaciones anuales de chía, semilla producida en provincias del NOA, rondan los USD 5 millones. La chía nunca tuvo derechos de exportación hasta ahora, y súbitamente pasaría a pagar una alícuota de 15%. “Esto implicaría para el Estado una recaudación de algo menos de USD 769.500. Para los productores de chía, los derechos de exportación implican una baja de rentabilidad de 33%, considerando además el mayor costo por herbicidas, fertilizantes y otros costos por la aplicación del impuesto país sobre las importaciones”, expusieron.
Sin embargo, desde la entidad recordaron el camino que estos productores vienen recorriendo: “Debe tenerse en cuenta que durante los últimos 20 años la producción de cártamo en el NOA ha sido una de las pocas alternativas económicamente rentables en invierno dada su baja necesidad hídrica. Es un cultivo 100% regional, concentrado principalmente en la provincia de Salta, a una distancia de 1.300 km de los puertos donde se exporta. Todo lo que se produce se exporta como aceite, generando ingresos genuinos de divisas sin afectar el consumo interno. El aceite que se exporta genera entre USD 5 a 10 millones anuales”.
Para finalizar, desde CRA rechazaron este impuesto: “La implementación de retenciones al 15% provoca un duro golpe a este cultivo. El impacto en los magros márgenes, que equivaldrían a una baja de ingresos directos al productor de aproximadamente USD/ton 60, llevarían a su reducción o discontinuidad de este cultivo regional, afectando la contratación de servicios, generación de empleo y mano de obra, mayor demanda de insumos”.
Crédito completo: Colegas de Bichos de Campo.