En septiembre la actividad industrial registró una caída tanto en la comparación anual (-1,5% i.a.), como en la serie mensual (-1,9% valores desestacionalizados respecto del mes de agosto).
Esta dinámica se dio en un contexto de incertidumbre macroeconómica, en el que la restricción a los pagos al exterior ocasionó tensiones con proveedores externos incrementando aún más la deuda comercial y los costos productivos.