Impedir la circulación de las personas *no es protesta, es extorsión*.
Apedrear a la Policía *no es protesta, es violencia*.
El Estado no sólo tiene el derecho a reprimir tales hechos, tiene la OBLIGACIÓN de hacerlo. Para ello tiene el monopolio de la fuerza. De lo contrario, está incumpliendo su deber fundamental, que es preservar la salud, la libertad y la propiedad de los ciudadanos.
Hoy hablamos de Jujuy, pero aplica a gobiernos de cualquier lugar y color político: *siempre estaremos a favor de usar la fuerza pública para enfrentar el delito*, aunque ese delito se disfrace de protesta.
Hacer o no hacer cumplir la ley no es una cuestión de ideología. *El funcionario que reprime un delito está cumpliendo su deber. El que se niega a hacerlo es cómplice*.