Desidia es un término que procede de un vocablo latino que hace referencia a «la negligencia o la inercia».
La desidia, por lo tanto, está asociada a la falta de cuidado o aplicación y a la apatía.
Si uno piensa en cada jubilado aportante, y en nuevos jubilados sin aportes. Y ve la miserabilidad en cada percepción, en un innecesario odio producto de la competencia entre pobres, no puede menos que pensar qué, «los funcionarios de los últimos años, son acorazados sin emoción alguna».
«Cuando un preso percibe más que un jubilado que ha aportado 30 años minimamente, desde su monotributo, quienes deberían ir presos son los funcionarios que lo han permitido».
Han perdido hasta la capacidad que otorga el prurito, la vergüenza de buenas personas.
Y aún… Quieren ser escuchados.
YH
