Las elevó 300 puntos básicos por la aceleración inflacionaria y el compromiso tomado con el FMI; la última suba había sido en septiembre; ahora, los plazos fijos quedaron con un rendimiento efectivo anual del orden del 113%
Forzado por la aceleración que registra la inflación y por el recordatorio del compromiso asumido para mantener “tasas reales positivas” que le repitió el FMI en la última revisión del acuerdo, el Banco Central (BCRA) no tuvo más remedio que volver a subir en 300 puntos básicos las tasas de interés referenciales para la economía local.
Las elevó del 75 al 78% nominal anual, tanto para los depósitos en pesos a plazo fijo realizados a 30 días -y por hasta $10 millones- como para las inversiones que toma de los bancos (para retirar parte de los pesos que emitió de más) vendiéndoles sus Letras de Liquidez (Leliq). Estos niveles, que comenzarán a regir desde mañana, apuntan a tratar además de morigerar la tendencia a una renovada dolarización de carteras que se observa en el mercado en las últimas semanas.
A su vez quedó en el 69,5% nominal anual la tasa para el resto de los plazos fijos.
La entidad, en el comunicado por el que oficializó su decisión, dijo que “continuará monitoreando la evolución del nivel general de precios, la dinámica del mercado de cambios y de los agregados monetarios a los efectos de calibrar su política de tasas”.
Y explicó que decidió mantener inalteradas “las tasas de interés activas reguladas correspondientes a las líneas preferenciales para MiPyMEs”, en un intento por no sumar más presiones recesivas a la economía en este contexto.
Obligado por las circunstancias a mover
Hay que recordar que luego del dato de inflación de enero, la autoridad monetaria las había mantenido sin cambios (aunque el IPC ya llevada tres meses moviéndose al alza), porque la medición núcleo de la inflación (que excluye los movimientos de aquellos productos cuyos valores pueden estar influenciados por factores estacionales o cuestiones externas a la política monetaria) no explicaba la mayor parte de la aceleración con respecto a diciembre.
Claro que este fenómeno sí se dio en febrero (el IPC núcleo superó en 1,1 puntos al índice general), lo que lo dejó sin excusas para no volver a mover al alza los tipos de interés, tras haberlos mantenido congelados por un semestre.
El mercado esperaba un alza de al menos 500 puntos que las recoloque en niveles “positivos” en términos reales. Sin embargo, el sobrecosto que debe la entidad enfrentar para mantener regularizada la deuda remunerada que asumió por más de $11,7 billones habría convencido a su conducción de ser más prudente al respecto. Hay que recordar que por mantener ese pasivo, el Banco Central ya está obligado a emitir unos $700.000 millones por mes.
El ajuste al alza en las tasas lo obligó además a apurar el ritmo de deslizamiento del tipo de cambio, que había reducido al orden del 5,6% mensualizado semanas atrás, y ahora elevó al 6,5% promedio en las últimas dos ruedas. Se verificó también en la jornada con el aumento de $202,55 a $202,94 que permitió para el dólar mayorista, lo que hace que el peso ya se haya devaluado 2,9% en lo que va del mes y 14,5% en lo que va del año contra el dólar estadounidense.
Para colmo, sigue el drenaje de reservas
La decisión de subir las tasas llegó en medio de un preocupante drenaje de sus reservas netas que se mantiene desde comienzos de año pero ahora lleva nueva ruedas sin pausa.
De hecho la entidad debió aportar al mercado hoy otros US$96 millones, algo así como el 30% de los US$321 millones operados en el segmento de contado, aunque sus voceros se preocuparon por aclarar que el grueso de la venta (unos US$86 millones) obedeció a pedidos realizados por las provincias de Mendoza (US$60 millones) y Santa Fé (US$26 millones) para honrar pagos de los bonos de deuda que tienen emitidos.
Con todo el dato que inquieta al mercado es que ya lleva sarificados unos US$735 millones de su menguada tenencia sólo en lo que va del presente mes, cuando a esta misma altura del mes durante el 2022 estaba sumando US$590 millones, lo que hace que aún la meta de acumulación -recortada recientemente en unos US$3500 millones por el FMI para el cierre del primer trimestre- se le vuelva esquiva (estaría unos US$800/900 millones por debajo).
La pérdida de reservas en lo que va del año por intervenciones sobre el mercado para tratar de mantener bajo control al ya meramente “testimonial” tipo de cambio oficial, ya supera levemente los US$1800 millones en lo que va del año.
Y todo esto sucede en un contexto en que las entidades de mercado vinculadas al agro recalculan cada semana a la baja sus expectativas de cosecha, dado el daño provocado por la sequía y las tempranas heladas (en otros casos). Según los últimos niveles reportados por la Bolsa de Cereales, el país ya estaría resignando ingresos por unos US$22.400 millones este año en relación al anterior, algo que explica el nerviosismo que día a día va ganando al mercado.
Crédito completo.
https://www.lanacion.com.ar/economia/el-bcra-subio-las-tasas-al-78-anual-nid16032023/