En los últimos años, el sector de la salud vive una transformación digital sin precedentes. El uso de la tecnología se amplió de forma masiva en todas las partes del ecosistema: centros de salud, hospitales, empresas, laboratorios, farmacias y médicos, entre otros, debieron recurrir a herramientas y soluciones inéditas para sostener su actividad, naturalmente declarada esencial.
Argentina no es ajena a este fenómeno. La dinámica de cambio es una curva creciente respecto de los picos de 2020 pero en el marco de una tendencia que no se detiene. “Solo que ahora la demanda proviene de la gente que quiere mantener para su comodidad, funcionalidades, acceso rápido y remoto, producto de las experiencias, que vivió en la cuarentena», destaca Fabián Perfetti, socio gerente de Streambe, una compañía de ingeniería de software que brinda soluciones de tecnología para la mejora de procesos y la transformación digital de las empresas y que tiene como uno de sus focos la innovación en cuanto a salud.
La aceleración de los procesos de digitalización se manifiesta a través de la receta electrónica y en las distintas formas de atención remota, como por ejemplo las videollamadas para consultas. «La receta electrónica es algo que se está implementando en forma más extendida; su practicidad y comodidad es indudable”, específica Fernando Fariño, CTO en Streambe.
Más allá de la comodidad, la despapelización permite que los datos queden disponibles en los circuitos de la farmacia, lo cual es fundamental para su trazabilidad. “Esto es la base de una posible automatización: por ejemplo, ante un paciente crónico, el médico le podría estar mandando las recetas mes a mes de los medicamentos que necesita sin la necesidad de ir a visitarlo» agrega.
En lo que respecta a la actual resolución del Ministerio de Salud, es importante destacar que la misma no anula las recetas electrónicas, sino que quita la informalidad del sistema, erradicando la foto de recetas sin validación. “La propuesta favorece la homologación y evita la informalidad en la venta de medicamentos, permitiendo que el proceso sea transparente, con la adecuada y segura validación de la receta”, explica Federico Pedernera, CEO de Innovamed.
La digitalización de las recetas también permite reducir drásticamente las consecuencias de los errores que se producen en su confección manual cómo omitir el diagnóstico, equivocarse en la fecha, que falte un sello o un número. El mundo digital permite que esas cuestiones se pueden controlar en tiempo real, incluso sumando la posibilidad de que las recetas se elaboren en base al respaldo de un vademécum en actualización constante, lo que impediría que un profesional recete un medicamento que, por algún motivo, ha sido dado de baja. “Es fundamental diferenciar los conceptos de digitalización de receta electrónica versus foto/imagen de una receta. Hay una vía legal para llevar a cabo esta actividad, a través de distintas plataformas de validación como las que ofrece nuestra compañía”, afirma Fabián Perfetti, socio gerente de Streambe.
Lo cierto es que los usos de la receta electrónica no terminan ahí. «Hay muchas prácticas profesionales que están dentro de una receta y parte de la información se convierte en datos disponibles para el usuario final; ya que puede acceder a sus recetas, consumos y otros datos registrados”
Por su parte, «las videollamadas también se masifican. Hoy la gente, con la pandemia que se acostumbró a atenderse de forma virtual desde su casa, y simplemente ya no quiere ir a atenderse a un médico teniendo que hacer largas colas de espera», reintroduce Perfetti.
«Hasta para las guardias se extiende la herramienta de las videollamadas», complementa Fariña, y acota: «En lugar de ir directamente a un hospital o una clínica ante una dolencia para atenderte, primero podés acceder a una guardia virtual y a partir de ahí se toma la decisión de cómo seguir, si es necesario un accionar presencial, en función de la gravedad del cuadro. Eso es algo que aparece muy fuerte en esta etapa».
Fariña señala que la utilización de inteligencia artificial para mejorar los turnos médicos. «Cambió definitivamente en la gente el piso de experiencia de que, si tenía turno a las 15 y me atendían a las 16 o a las 17, yo igual me volvía a mi casa contento».
Un informe reciente de Endeavor sobre el sector HealthTech confirma estas percepciones y agrega: «Las oportunidades se multiplican y permiten la aplicación de todo tipo de tecnologías para la industria: desde IoT (Internet de las Cosas) como redes que conectan objetos físicos y virtuales, Big Data con análisis predictivos para la salud del paciente, Inteligencia Artificial en el desarrollo de algoritmos que permiten procesar datos a velocidad, logrando además un aprendizaje automático y blockchain para conservar información sensible de los pacientes en hospitales o clínicas»
En Streambe advierten cómo cada vez más reciben consultas de parte de hospitales, clínicas, laboratorios, que quieren comenzar con su transformación digital y están intentando salir del papel para pasar a un modo digital.
Un ejemplo de ello es la experiencia que lleva en conjunto con Innovamed, una tech hub de salud dedicada a la transformación digital con más de 8 años brindando soluciones a los médicos.
“El cliente buscaba desarrollar un producto digital pensado para los médicos y pacientes. Este proyecto ya estaba diseñado en la mente de los profesionales de Innovamed con el nombre de DIGIDOC, nuestro mayor reto era materializarlo de manera funcional y práctica” recuerda Perfetti.
De esta manera, Streambe diseñó para Innovamed una plataforma web que permitiera la gestión de los médicos y todas sus tareas diarias, y una aplicación móvil pensada en los pacientes. Hoy DIGIDOC es la herramienta de gestión médica más usada en la Argentina, con la experiencia de 7 mil médicos registrados activos.
La plataforma permite disponibilizar los turnos de diferentes consultorios; armar agendas, historias clínicas, vademécum; generar recetas electrónicas y medicación indicada por el profesional para el usuario o un integrante de su grupo familiar; seleccionar médicos, solicitar turnos, por zonas, horarios, categorías, etc.; gestionar credenciales digitales de obras sociales y prepagas y aumentar la visibilidad y trayectoria profesional de los médicos en relación a sus pacientes.
Ambas compañías vienen trabajando muy fuertemente en reformular el modelo de prescripción de medicamentos y prácticas. Entre otras cosas, desarrollaron aplicaciones para que el paciente pueda llevar un recuento y un control de esas prescripciones y de los productos que consumen, con la idea de acompañarlo en este consumo con recordatorios y ayudas para que «afronte mejor los tratamientos que le permitan recuperar o mejorar su situación física y espiritual», explica Federico Pedernera, CEO de Innovamed.
En cuanto a la visión de futuro de la tecnología aplicada a la salud ambas empresas declaran; «Argentina está avanzando. Lo que ocurre es que venimos de años y años de falta de inversión en tecnología sobre salud; recién con la pandemia se aceleraron todos estos procesos y hay muchas empresas que están invirtiendo y son las que harán la diferencia en los próximos años», sostiene Perfetti.
Pedernera, por su parte, advierte que «la telesalud describe un universo mucho más amplio que la consulta virtual que impulsó la pandemia: cuando la gente recuperó su libertad de movimiento mostró su preferencia por la interacción personal pero no descartó las opciones remotas, con lo cual lo que quedó evidenciado en la pos pandemia es que las tecnologías de la información y la comunicación suman, ayudan, pero no necesariamente reemplazan sino que complementan la relación médico-paciente presencial».
Ambas compañías coinciden en la importancia de los datos generados por la digitalización de los procesos de la salud que permite el avance hacia modelos de medicina cada vez más personalizados. «Esto implica tratar de buscar terapias que se ajusten adecuadamente a las condiciones del paciente, basándonos en datos perfectamente trazables tales como cuáles son sus antecedentes, su situación previa a la enfermedad, el tipo de enfermedad y dolencia para adecuar el tratamiento al estilo de vida que tenga esa persona», subraya Perfetti.
«La falta de información es uno de los dolores más comunes que vemos en las empresas del sector salud, tanto a nivel público como privado. Cuando estás integralmente en papel es muy costoso armar algún dato que sea plausible pero también se da el caso de empresas que, pese a tener todo en digital, siguen careciendo en información porque tienen todos los sistemas descentralizados: finanzas hace una cosa, comercial hace otra, los sectores más operativos trabajan desconectados y tienen todos sus sistemas separados y así es imposible recoger datos», apunta Fariña.
Según Pedernera, a lo que más apunta hoy la tecnología aplicada a la medicina es a humanizar. «El sentido que, para mí, tienen las tecnologías de la información es la de dar más y mejor soporte a la toma de decisiones no solo de los profesionales que asisten a los pacientes sino también a la sociedad para que los resultados sean los mejores posibles y que la salud de la gente se preserve, se recupere y no sé deteriore sabiendo que, al fin y al cabo, la vida tiene un ciclo y tiene un fin, donde lo importante es tratar de vivir de la mejor manera y sufrir lo menos posible».
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Gabriela Fabrizio
Agencia Vox-