AOG / Vaca Muerta
Petroleros aguardan la letra chica frente a los anuncios del Gobierno
Por Daniel Barneda
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Optimismo y cautela. Ambas sensaciones conviven hoy en el empresariado petrolero tras los mega anuncios del Ministro de Economía, Sergio Massa en la última AOG Patagonia, que incluye un escenario de inversiones por U$S 67.300 millones hasta 2030, de los cuales un 84% se destinarían al upstream y el 16% restante a mistream y downstream.
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Los petroleros esperan definiciones en la letra chica de este Plan Vaca Muerta 2030 anunciado con bombos y platillos por el gobernador neuquino, Omar Gutiérrez y convalidado por el gobierno nacional.
Esas condiciones necesarias para devolverle confianza a la industria, hoy estarían dadas por una serie de aspectos que hoy brillan por su ausencia: una macroeconomía ordenada para poder tener acceso a financiamiento de proyectos; acceso a divisas; extender los contratos de concesión de transporte; agilidad en los permisos de exportación; y posibilidad de importar maquinaria para evitar cuellos de botella; política de largo plazo para la fijación de precios de los hidrocarburos, entre otros temas.
Otra de las cuestiones clave es el factor precio. Daría la sensación que mientras el precio internacional del crudo continúe alto, los proyectos en Vaca Muerta gozan de buena salud.
Como parte de esa letra chica tampoco, desde algunos sectores aseguran que «no está claro a partir de la producción de qué pozos va a generarse semejante nivel de producción».
Más allá de las buenas noticias y del moderado optimismo por parte del sector privado, la puesta en escena de la semana pasada dio mucho que hablar.
«No es la primera vez que desde el sector privado salen a decir cosas que desde el poder político quieren escuchar», comentan en off algunos empresarios.
En el medio de estas proyecciones con incrementos en la producción y con varios proyectos en carpeta para ampliar la infraestructura de oleoductos y gasoductos, la situación de las empresas se servicios petroleros, por ejemplo, sigue siendo crítica.
Condicionadas por la falta de acceso a divisas y el cepo a las importaciones, muchas de ellas en 3 o 4 meses de no contar con el stock, comenzarán a declinar sus servicios y en algunos casos a no poder prestarlos.
Esta situación, obviamente, estaría generando inquietud en los sindicatos y en las grandes operadoras y productoras.
El escenario de máxima anunciado por Sergio Massa ante las empresas petroleras contempla las siguientes medidas:
* Inversiones totales necesarias para sostener el ritmo de crecimiento estimado,en U$S 67.300 millones;
* Ingreso de divisas por exportación de petróleo y gas cercanos a U$S 46.000 millones hasta el año 2030;
* Creación de 4.500 puestos de trabajo adicionales;
* Para 2030, aproximadamente el 25% de la superficie de Vaca Muerta, se encontraría en concesiones en fase de desarrollo.
* El aumento de la producción, exportaciones e inversiones permitirá que la recaudación provincial pasaría de U$S 1.600 millones U$S 3580 millones;
* El proyecto del gasoducto NK permitirá incorporar 11 MMm3/d hacia mediados de 2023, y otros 11 MMm3/d en 2024, si se colocan los compresores necesarios;
* En 2025 podría estar terminada la segunda etapa, que permite aumentar la capacidad en 17 MMm3/d. Todo el proyecto contempla una adición de 39 MMm3/d. Esto permitiría llevar la capacidad actual desde los 85 MMm3/d hasta aproximadamente 124 MMm3/d.
Reglas claras, un reclamo reiterado
Para los empresarios las condiciones para crecer están dadas, aunque advirtieron que las restricciones al financiamiento externo es un aspecto clave a resolver.
Los anuncios que prometen incentivos para incrementar la producción de Vaca Muerta y llevarla a 750 mil barriles, causaron más puntos de encuentro que de desencuentro entre los empresarios del sector.
En uno de los encuentros de CEOS organizado por el IAPG en el marco de la AOG Patagonia, Daniel De Nigris, CEO de Exxon, aseguró que «el mercado está, los recursos también, las condiciones en Vaca Muerta están dadas para ser competitivos, pero necesitamos reglas estables y claras para garantizar la competitividad en el largo plazo”.
Ricardo Rodríguez, flamante CEO de Shell Argentina, coincide con el directivo de Exxon. Ponderó las medidas anunciadas por el Gobierno, pero aclaró que “la libre disponibilidad de divisas es un tema central para que Vaca Muerta pueda dar un salto exportador y de productividad a gran escala.
“Es un aspecto crucial porque para aumentar la eficiencia necesitamos importar tecnología y sin divisas eso es inviable”, remarcó.
Ambos empresarios coincidieron que resulta fundamental trabajar en forma sincronizada y articulada entre Gobierno, empresas y gremios para lograr consensos.
Desde la mirada de las empresas proveedoras, Marco Aranguren CEO de Calfrac, compañía especializada en sets de fracturación, manifestó que el aumento de la actividad en Vaca Muerta, sin duda, va a requerir mayor nivel de eficiencia”.
La empresa posee el 70% de sus operaciones en Vaca Muerta. Antes de la pandemia hacían 5 operaciones por día, hoy realizan 11 operaciones y aspiran a llegar a las 50.
Tenneson Reed, CEO de Bruno Schilling, agregó seguridad además de eficiencia como dos valores clave pensando en el futuro.
“Antes de pretender que Vaca Muerta produzca más de 1 millón de barriles, necesitamos optimizar lo que producimos actualmente”, concluyó.
La mirada de las transportistas
Daniel Ridelener, Director General de TGN, señaló que “Vaca Muerta no solo apunta al mercado de exportación, sino que es un proyecto que le da continuidad a una tradición gasífera, recordando que hace varias décadas Argentina tiene más del 50% de participación de gas en su matriz energética.
En un panel compartido con el presidente del IAPG, Ernesto López Anadón y con Oscar Sardi, CEO de TGS, el ejecutivo de TGN profundizó el concepto sobre Vaca Muerta.
“Es el proyecto que empieza a abastecer las cuencas que hoy están declinando como la de Bolivia y que nos están dejando de abastecer. Es el proyecto que tiene como desafío sustituir importaciones de energía, teniendo en cuenta que Argentina importa hoy 50 millones de metros cúbicos entre LNG y gasoil, con precios que pasaron de U$S 8 MMBTU a más de U$S 40 MMBTU y frente a un mercado de futuros que hoy ronda los U$S 50 MMBTU. Y en última instancia Vaca Muerta es el gran proyecto exportador de LNG”, explicó.
Ridelener agregó que “en la actualidad estamos frente a una vorágine de obras con una primera etapa del GPNK que debería llegar a los 40 millones de metros cúbicos, lo cual nos va a permitir sustituir parcialmente el volumen importante de importaciones”.
“Tenemos que actuar rápido y llegar en primer lugar a los mercados de Chile, Brasil (vía Uruguaiana y vía Bolivia) y después pensar en exportar LNG a gran escala”, apuntó.
Por su parte, Oscar Sardi, CEO de TGS, dijo que el sueño de Vaca Muerta se va concretando y remarcó el compromiso de la empresa desde los inicios del proyecto.
Allá por 2017, TGS con una inversión inicial de U$S 300 millones se convirtió en realidad el primer proyecto midstream en Vaca Muerta y hoy es la ruta que pueden acceder los productores para llegar al mercado externo.
“En principio este gasoducto tenía una extensión de 115 km, transportando 5 millones de metros cúbicos/día, luego llegó a 150 km y en el próximo trimestre el objetivo es alcanzar los 180 km con una capacidad de 60 millones de metros cúbicos/día”, relató.
Fuente: Gobierno de Neuquén/www.mejorenergia.com.ar
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