Buenos Aires, diciembre de 2021. El pasado martes 7 de diciembre, en el marco del seminario académico Hacia la p
Participó de la presentación el director del Observatorio de la Deuda Social Argentina, Agustín Salvia, el director de Equilibria y docente de UCA-CIAS y CEDES-CONICET, Martín Rapetti, y el sociólogo y socio fundador y director de Poliarquía, Eduardo Fidanza. El encuentro fue moderado por la periodista Clara Mariño y contó con la asistencia de funcionarios y figuras de todo el arco político.
El informe da cuenta del estado del bienestar en clave de evolución entre los años 2010 y 2021 para la Argentina urbana en un contexto en el que se empieza a proyectar la pospandemia. El contenido del estudio abarca dimensiones relativas privaciones monetarias objetivas y subjetivas, a aspectos no monetarios asociados al ejercicio de derechos sociales y económicos, como también a elementos vinculados al mercado de trabajo, desigualdades y marginaciones sociales. Los datos se elaboraron en base a la Encuesta de la Deuda Social Argentina (EDSA) durante los meses del segundo semestre de 2021.
El Rector de la UCA, Dr. Miguel Ángel Schiavone, felicitó Salvia y a todo su equipo por cumplir 20 años desde la creación del Observatorio de la Deuda Social Argentina: “Son 20 años informando las cifras de pobreza a la comunidad académica, 20 años denunciando ante la opinión pública las cifras de indigencia, 20 años increpando a la dirigencia política por estos datos dolorosos, 20 años en que los partidos opositores confiaban en nuestros datos y los citaban en sus discursos, 20 años en que los gobiernos de turno denostaban y negaban esta información culpándonos por su fracaso electoral, 20 años en que la pobreza e indigencia fueron aumentando hasta llegar a una etapa de anomia, de resignación social y aceptación pasiva de estos números”.
Asimismo, sostuvo en la apertura del seminario: “Cuando pensamos en las cualidades que debe tener el poder político para tomar decisiones que nos afectan a todos, podemos resumirlas en cuatro: legalidad, legitimidad, idoneidad, honestidad. Legalidad cuando acceden al poder por el voto de la mayoría; legitimidad cumpliendo con las leyes, normas y procedimientos que le dan autoridad a su gestión; idoneidad a partir de los saberes y técnicas que debió haber adquirido antes de acceder al cargo que le asignaron y finalmente honestidad ideológica, económica y moral. En estos 40 años de democracia sólo pude ver el cumplimento del primer requisito, el de la legalidad, las otras tres tuvieron débil presencia o simplemente estuvieron ausentes”.
A continuación, Salvia presentó los resultados de la Encuesta de la Deuda Social Argentina que permiten realizar un diagnóstico de estado del desarrollo humano y la integración social durante los últimos once años del país. En ese marco, recordó que las deudas sociales no refieren solo a la pobreza por ingresos, sino que también son las privaciones injustas que afectan al desarrollo de las capacidades humanas y que se fundamentan en ser injustas porque afectan y violentan derechos sociales garantizados por la Constitución nacional y los tratados internacionales. Se abordan entonces dos ejes de análisis, por un lado, el derecho a un piso justo de bienestar económico y, por el otro, el derecho a formar parte de una sociedad de iguales.
Al analizar los datos, Salvia sostuvo que la tendencia es a una profundización de la pobreza estructural y sus desigualdades. Si bien está teniendo lugar un proceso de reactivación o recuperación económica, con recuperación de los empleos, las mejoras no son significativas ni llegan a los más pobres. Señaló, en ese marco, que apenas un tercio de la población argentina nunca fue pobre y está protegida o blindada ante escenarios de crisis, a la vez que otro tercio es permanentemente pobre. Por otro lado, remarcó que uno de diez hogares se encuentra en la indigencia y que, de no mediar planes o programas sociales, dicho proporción aumentaría de 8,8 a 18,8%. Al mismo tiempo, destacó, un segmento de las clases medias pierde capacidad de ahorro y se empobrece, generándose una sociedad cada vez más polarizadas en sus desigualdades económicas, sociales y culturales.
“Hay mejoras en la infraestructura social y en el acceso a muchos recursos, pero son muy bajas”, explicó. “La pandemia viene a desnudar los problemas que se tenían dos años antes, diez años o veinte años antes. La pandemia demuestra con crudeza que la Argentina no tiene capacidad de crecer, de generar empleo, trabajo, de generar un ingreso digno, productivo capaz de al mismo tiempo generar bienes y servicios para salir de la pobreza”, agregó y concluyó: “El problema no es la pobreza, sino la falta de crecimiento y de redistribución de ese crecimiento en términos de generación de más y mejores empleos para los sectores informales”.
Por último, enumeró una serie de recomendaciones como estabilidad macroeconómica en programas económicos de mediano y largo plazo, poner foco en un crecimiento sostenible reduciendo marginalidades, desigualdades sociales y estructurales, priorizar la inversión en desarrollo humano, conocimiento científico-técnico y capital social y realizar reformar estructurales, tributarias, laborales y político-institucionales, entre otros puntos.
Por su parte, Rapetti subrayó el fondo complejo en que se presentan estos datos, que es la negociación con el FMI, y enumeró cuatro puntos en ese sentido: corregir las tarifas atrasadas, el déficit fiscal, el tipo de cambio y el desbalance monetario. A su vez, enfatizó en el alto nivel de gasto que tiene el país: “La pulsión por la igualdad tiene que estar maridada con una proactividad acorde y nosotros tenemos ese desbalance». Hacia el final de su exposición, citó problemas estructurales como el conflicto distributivo estructural, la incertidumbre y desconfianza generalizada, la situación social deteriorada, la alta inflación, la economía bimonetaria, la baja competitividad, la alta formalidad y la baja creación de empleo.
Finalmente, Fidanza remarcó que tanto la Argentina como el mundo vive un cambio de época, ya que la pandemia marcó un antes y un después. En ese sentido, agregó que existe una crisis de liderazgo que afecta a la clase política e indicó que también se está asistiendo a una crisis del peronismo. “En los últimos diez años, la economía argentina muestra una estanflación pero además porque se atenúa el ciclo económico argentino. Analizando la historia política de los últimos ochenta años lo que uno encuentra es que hay una coincidencia entre la fase favorable del ciclo y el prestigio de los políticos”, afirmó. Dijo, además, que hay indicios de que el paradigma de pedir más Estado, un paradigma que creció después de la crisis de 2001, “se está quebrando” y la gente empieza a pedir más “empleo privado”. Por último, aseguró que hay dos Argentina, una que dialoga y otra que fomenta la grieta: “Por ahora, gana la que fomenta la grieta, pero nosotros tenemos que seguir con nuestro esfuerzo”.
Principales resultados
El 33,9% de los hogares y 43,8% de las personas se encuentran bajo la línea de la pobreza en el país. En comparación con las cifras del año pasado, cuando el porcentaje de pobreza fue 44,7%, el avance del informe “Crisis del empleo, pobreza de ingreso y privaciones sociales estructurales. Argentina Urbana 2010-2021” da cuenta de una disminución de 0,9 puntos porcentuales en 2021. El reporte señala, además, que entre julio y octubre de este año el 6,4% de los hogares y 8,8% de las personas eran indigentes.
De acuerdo con los resultados, la tasa de empleo subió del 54,1% registrado en 2020 a 58,8 % este año. Solo el 42,1% de la población económica activa de 18 años y más logró acceder a un empleo pleno de derechos, mientras que el 9,1% de esta población se encontraba abiertamente desempleada y el 19,2% sometida a un subempleo inestable, es decir, realizando changas, trabajos temporarios o no remunerados o siendo beneficiarios de programas de empleo con contraprestación. Al mismo tiempo, el 29,6% contaba con un empleo regular, pero precario, con niveles de ingresos superiores a los de subsistencia y sin afiliación al sistema de seguridad social.
Por otro lado, si en 2020 la tasa de desocupación se había incrementado a 14,2%, la posterior reactivación, el efecto de un persistente desaliento y las licencias por Covid-19 generaron que este año la desocupación disminuyera al 9,1%. Entre otros datos, recolectado por la Encuesta de la Deuda Social Argentina de la UCA entre julio y octubre de 2021, se señala también que el 43,8% de los hogares y el 48% de la población declaró que los recursos monetarios recibidos no les alcanzaron para cubrir sus gastos.
Información metodológica
La Encuesta de la Deuda Social Argentina surge de un diseño muestral probabilístico de tipo polietápico estratificado y con selección sistemática de viviendas, hogares y población en cada punto muestra (5760 hogares).
El cuestionario es multipropósito; consta de un módulo del hogar, un módulo que releva información para cada uno de los integrantes del hogar y un módulo de relevamiento individual sobre el entrevistado. Se complementa con un módulo de infancia que se aplica a todos los miembros del hogar menores de 18 años.
El universo geográfico de la EDSA abarca a una serie de grandes y medianos aglomerados urbanos: Área Metropolitana del Gran Buenos Aires Gran Córdoba, Gran Rosario, Gran Mendoza, Salta, Neuquén: Plottier – Cipolletti, Mar del Plata, Salta, Tucumán – Tafí Viejo, Paraná, Resistencia, San Juan, Zárate, La Rioja, Goya, San Rafael, Comodoro Rivadavia, Ushuaia y Río Grande.
- Informe de avance “Crisis del empleo, pobreza de ingreso y privaciones sociales estructurales. Argentina Urbana 2010-2021”.
- Pobreza multidimensional: el derecho de formar parte de una sociedad de iguales con un justo bienestar. Pobreza y desigualdades estructurales 2010-2021 (pdf)
- Pobreza, bienestar económico, autopercepción de suficiencias de ingresos y programas sociales. (pdf)
- Informe resumen de Prensa
- Vídeo del seminario presentación
- Video sobre los 20 años del Observatorio de la Deuda Social Argentina
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