Sabemos que el Estado tiene a cargo la seguridad pública, y que es una función fundamental e ineludible.
A partir de esa función, debe construir un clima de seguridad, confianza ciudadana, paz social y orden público. Estas son sus principales obligaciones y responder de esta manera a un derecho primordial de toda sociedad, lo cual implica ofrecer garantías para que las personas puedan desarrollarse plenamente y desplegar sus potencialidades con la certeza de que su patrimonio, sus bienes y su propia vida se encuentran exentos de cualquier peligro.
Ahora bien, en los últimos años, los distintos niveles de gobierno han establecido estrategias y homologado criterios para combatir y prevenir el delito; sin embargo, es indudable que la inseguridad sigue encontrando caminos para reproducirse de manera exponencial en muchas comunidades y municipios.
El presente nos indica que la situación por la que atraviesa la ciudadanía es de extrema gravedad. La vida, la libertad y el patrimonio de los vecinos del Distrito de Luján no están resguardados y se ha llegado a un punto inaceptable e insostenible. Robos, violencia física y psíquica en la vía pública, viviendas, comercios, sociedades de fomento y hasta instituciones Educativas. Todos estamos expuestos y está visto qué pasa tanto en las localidades, barrios o el centro de la ciudad.
La seguridad pública debe ser multidimensional, integral y transversal; por ello la política en la materia debe basarse en una visión global e incluyente.
El propósito es construir esquemas de coordinación y colaboración en todos los niveles de gobierno y con los sectores social, público y privado para que en el corto, mediano y largo plazos, se ofrezca certeza, tranquilidad y protección permanente desde una perspectiva de gobernanza y auténtica participación democrática.
Este es el llamado que deben proponer tanto el oficialismo encabezado por el Intendente Boto, como Juntos por el Cambio que tendrá mayoría en el Concejo Deliberante y recordarles, que ya terminó el proselitismo y el tiempo de grandes anuncios o enunciados de campaña. Llegó el momento de actuar priorizando en la agenda de gestión tanto ejecutiva como legislativa, la seguridad pública, para eso fueron elegidos por el voto ciudadano.
Reiteramos, la situación es grave y no hay espacio para eludir responsabilidades. Quienes fueron elegidos para cumplir con su deber en la función pública, deben hacerlo de forma inmediata. Las autoridades Municipales, Provinciales, las fuerzas de seguridad y la justicia deben arbitrar los medios necesarios para que el delito y las víctimas no sigan sumándose diariamente.
Los lujanenses no merecemos vivir en el temor. La historia nos reconoce como un pueblo de trabajo, de mucha fé y debemos volver a la tranquilidad que también nos caracterizaba cuando éramos una ciudad amigable y con futuro.