“La pandemia empujó fuertemente la disrupción en todo el mundo. En algunos mercados, como en América del Sur, la compra en línea estaba evolucionando de manera gradual y la tienda física aun conformaba el punto más importante dentro de los canales de venta minorista. No fue hasta el inicio de la pandemia que el comercio electrónico comenzó a mostrar signos importantes de crecimiento en la región, dejando a la venta minorista basada en la tienda física en un segundo plano. Para tener éxito a futuro, los minoristas deberán evolucionar al ritmo del consumidor y convertirse en ecosistemas de plataformas, apoyados en la omnicanalidad y especializados en nichos”, comentó Fernando Gamboa, socio líder de Consumo y Retail de KPMG en América del Sur.
“El sector minorista argentino enfrenta un doble desafío. Por un lado, transitar y superar la crisis económica que vivimos producto de la pandemia y que tiene impacto en el consumo y, al mismo tiempo, transformarse para adaptarse a un cambio profundo del modelo de negocio que se aceleró por la pandemia, si bien ya se venía produciendo, pero a una velocidad más lenta. La nueva economía digital está impulsando un cambio de cultura en un consumidor que es mucho más exigente e informado que antes. Las tradicionales prácticas comerciales que funcionaron hasta el año pasado deben adaptarse para los tiempos que vienen”, agregó Eduardo Harnan, socio líder de la Industria de Consumo y Retail en KPMG Argentina.
Señales de cambio
Informe Completo:
KPMG. Informe Especial. El futuro del comercio minorista. Marzo 2021 vf