La norma fue sancionada este jueves en Cámara de Diputados tras largos meses de debates. Modifica la anterior Ley 27.506 sancionada en junio del año pasado con amplio consenso político. El impacto impositivo en las empresas.
Buenos Aires, 8 de octubre de 2020 / KPMG. Con la aprobación por parte de la Cámara de Diputados del proyecto de ley de Economía del Conocimiento se pone en marcha una nueva etapa para el sector. La norma aprobada ayer modifica a la Ley 27.506 sancionada en junio 2019 con amplio consenso político, nunca fue aplicada en términos prácticos. El régimen busca promover a los emprendimientos vinculados a los servicios basados en el conocimiento y las actividades TIC, con incentivos fiscales a las empresas que inviertan en mejoras de servicios y productos, en capacitación e investigación y desarrollo, procurando a la vez impulsar las exportaciones. Se beneficia a la industria del software, producción audiovisual, biotecnología, bioinformática, ingeniería genética, nanociencia, industria aeroespacial y satelital, ingeniería nuclear, entre muchas otras. El régimen de promoción estará vigente hasta el 31 de diciembre de 2029. Entre otros aspectos que define la norma, podrán adherirse las empresas constituidas en la Argentina o habilitadas a trabajar en el país y deberán acreditar que el 70 por ciento de su facturación del último año esté vinculada a las actividades promovidas. Existe también la posibilidad que ciertos emprendimientos nuevos que no tengan facturación podrán incorporarse al régimen promocional si acreditan el desarrollo de actividades promovidas aplicando en forma intensiva tecnología e innovación en sus productos o servicios.
“Se aprobó una nueva Ley de Economía del Conocimiento, esperemos que finalmente se de operatividad al régimen que pretendía extender virtuosamente en el tiempo y en el alcance al que fuera su antecesor, probado promotor de las exportaciones y creación de puestos de trabajo de la industria del software. Si bien es motivo de celebración, la dilación ocurrida y los recortes de beneficios dispuestos atentan contra ese espíritu y, en suma, contra el éxito de un proyecto sobre el que sin distinción política se consideró esencial para el desarrollo del país”, opina Vivian Monti, Socia a cargo de Tecnología, Medios y Telecomunicaciones KPMG Argentina.