El problema.-
Estamos superando la grieta en muchos aspectos. Queda un solo elemento que la sostiene. Y es transcendental.
Se trata de quienes pagamos impuestos y ya no sabemos cómo hacerlo, y quienes no lo hacen y viven de ellos, y no son solamente pobres. Si solo se tratara de Pobres sin ninguna posibilidad, lo haríamos replanteándonos el tema, aunque no tan desganados, porque encontraríamos cada solución.
Estamos ante la gran pesadilla Argentina que cada gobierno siempre agravó.
Habría que estratificar quiénes pagan, qué, cuánto, cómo. Quiénes cobran, qué, cuánto y cómo también.
La clase Media paga como cada rico. Pero ese no es el punto de enfoque, ya que podría corregirse, lo tremendo es que a quienes producimos, ya no nos alcanza, se trata de dineros costosos que nos mortifican, cada vez que somos conscientes de su destino.
Vale afirmar que antes, un D´Elía no convencía a nadie y era oneroso, y hoy un Grabois con conocimiento universitario (en buena hora), asume roles cómodos, en tanto no sabemos que porción percibe de lo que aportamos para además, denigrar a un Arroyo que calla, mientras lo acusan de pagar tres veces lo que los fideos valen, al tiempo qué, 15 funcionarios que el propio Ministro Social no eligió y tenía bajo su órbita, se nos dice, son apartados de sus cargos para que inmediatamente, informaciones posteriores nos que aseguren que reciclados, ocupan nuevas funciones municipales y con sueldos.
Entonces, estamos mal. Y nos convertimos en ciudadanos sospechadores, con Derechos.
Este trabajo, de urgente reordenamiento impositivo, y que debería administrarse con confianza, requiere de Gobierno Nacional, Instituciones, Congreso Nacional, Empresas, Sindicatos, Poder Judicial y Ciudadanos. Y más que nada de PEN y PLN.
Una mesa imposible de ser tendida, (y si la sirvieran la pagaríamos los mismos de siempre), razón por lo cual, la solución sigue siendo también de dudosa aplicación.
Cabe otro planteo;
¿Quienes gobiernan harán lo que nunca hizo nadie? ¿Quieren la historia?
Deberían remediar la redistribución de ingresos en Argentina, que comienza con el tema impositivo. Lo que implica valorar el esfuerzo de cada contribuyente. Acaso postCovid-19 tengan la oportunidad de hacerlo.
El dinero, no brota de las plantas. Hay Emisión, Exportaciones, e Impuestos.
La angustia de cada generación desde siempre. Lo que nuestros padres, muriendo, llevaron a cada sepultura.
La primera injusticia, es impositiva, fiscal.
La Pandemia está terminando de hacer estragos en una Clase Media que no fue considerada en su rol central dentro de argentina, desde hace décadas.
Sin Comercios, sin PyMES, sin Emprendedores, sin sector de iniciativa propia, los Estados se acaban rápido. Pandemia, e Impuestos están sellando un destino.
Se necesita de salidas creativas. De propuestas que no vemos. Estamos ante el absurdo de un Gobierno que no establece criterios respecto a este tema, y un Congreso Nacional Irresponsable y cómodo.
Exterminar la clase media, diezmada y cada vez más estratificada, no es la solución.
Seguir engañando a los pobres para que vivan de migajas, mientras los ricos los ignoran (solo un 3% del país), tanto como quienes los representan, tampoco es una solución.
Entre unos y otros, La Clase Media estratificada, con una pirámide estructural difícil de analizar, lucha en soledad.
YH.