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El preso, fracturado por caer del techo, grita «De esto se va a tener que hacer cargo el Presidente, guacho… eh, eh!». Mientras le arriman botellas de agua con sogas.
Hubo reuniones al más alto nivel, acordadas, puntos a tratar, hasta ahora poco y nada.
No saben cómo resolverlo, en medio de internas foribundas.
El periodismo en las pantallas, desenfocado, jugó un rol solidario con los reclusos de Devoto. En esta etapa son humanistas.
Parecemos olvidar las razones por las que están ahí.
Ésta situación nos coloca dónde estamos. Y nos dice como país quienes somos.
Que las cárceles son hacinaderos, ya lo sabemos. Porqué están presos, también. 30 años de gobiernos deberían responderlo.
Los Presos, deben seguir presos. Y cada víctima desde afuera, seguirá sufriendo la consecuencia que le generaron.
No le cambiemos el nombre a las cosas.
YH.
