“Hacerse Cargo”- Yayo H. LaQuintaPata-

 

El tema hasta podría ser Intelectual, pero es Humano.

Ya no me asombro cuando recibo mails de Directores de Cine galardonados internacionalmente, para que les de la baja de nuestro listado. Ni de Académicos. Casualmente asociados en sus preferencias al actual Gobierno. Recuerdo que lo mismo sucedió con los años Kirchner-Cristinistas.

Tampoco me asombra que al igual que ellos, periodistas amigos me ubiquen en la otra vereda por la libertad de Construcción Crítica con la que me siento tan cómodo. Lo expuesto, no hace otra cosa más que honrarme.

En síntesis, lo que sobra es Intolerancia, así, con mayúscula, empezando desde arriba. Y El Remedio, es darles el gusto y concederles la baja.

Vayamos a lo importante, que no pasa ni por uno, ni por ellos: Hay helicópteros que se insinúan en Facebook, presagiando lo que aún no sucede. Provienen del ejercicio del Miedo. Siempre residual. Las bromas también tienen algo de esto. La esperanza, por el contrario, NO. Para los argentinos, aparentemente 2 años después de votar ya son suficientes para que con algo se deba cumplir. A diferencia de los Miedos, o por ellos, tras dos años, cada situación “fue, o ha sido”. Queda pensar que ésta sea una excepción. Una instancia revertible. Lo que ya no depende del Miedo mismo, sino del Humor Colectivo, y en tal caso, de los Responsables de tomar Medidas y Administrar.

Depende de Resultados.

¿El dólar puede acabar con un gobierno que resigno relaciones que antes dilapidó, para quedarse con lo minúsculo de ellas en todo sentido, Incluyendo la Prensa? La respuesta es NO. Desde ya que no. Ningún dólar podría. Volviendo al Gobierno, no son tan ingenuos, aunque son lo más parecido a la ortodoxia pura en lo económico. Sin modificaciones. Sin cambios ante la memoria colectiva. Los hechos indican que todavía no hay “Ese tal Cambiemos”.

Al parecer necesitan más tiempo luego de los 12 años anteriores. Es razonable. Un país no cambia 12 años de decadencia en dos años, de un plumazo. Solo que al Ciudadano, y ante temas de bolsillo, los tiempos implacables le han desdibujado sus maravillosas creencias o esperanzas de dos años, o poco más. Sobran Razones para ese Ciudadano. Y sobran otras realidades comparativas que desbordan por el lado de la injusticia, como saber de sueldos faraónicos, y familiares conchabados de amigos y amigos de amigos, de esos que se perciben en las cúpulas de todo establishment. Al Ciudadano los acechan esos insalvables temores.

¿Las empresas han puesto y hecho todo lo que pueden? En muchos casos sí. En muchos casos, no.

Hubo un error que jamás se corrigió.

Y hubo errores simultáneos en pocos meses.

-Lo Incorregible; la manera de comunicar del Gobierno, como si nada sucediera. “No le pasa a ellos mismos, no le pasa entonces al resto”.

-Los Simultáneos; Liberar los precios en las estaciones de servicio a sabiendas que antes o después existe un barril de petróleo internacional que en cualquier momento se movía hacia arriba. ¿Confianza propia, preferencias de grupos, inexperiencia, o estupidez?

Tarifas necesarias, sin medir ecuaciones socialmente perjudicantes, que impactaron en una clase media que los votó. Y un panorama internacional que arrancó con Trump, cuando entre otras cosas hizo públicas medidas que se venían venir, incluyendo los cambios en la Reserva Federal, al nombrar a Jerome Powell.

Con un agregado innegable dentro de nuestro país, un tipo de cambio atrasado del que se los advirtió a gritos y que debieron tocar antes y de a poco, cuando pudieron hacerlo y tuvieron tiempo, ante lo inevitable del agua sobre cubierta.

Sin embargo, el dólar no generará que la madera se rompa. Apenas que cruja.

La inflación, y las tarifas en cada comisión del Congreso, son las amarras rotas. Por algo de oportunismo político, sí, pero también es innegable el descontento social al que con una ligera ocurrencia el oficialismo ha llamado “demagogia” en más de una oportunidad. Fuera del oportunismo, existe el peso de la realidad, y es mucho. Esto puede resumirse en un tema Causal que también es una Conclusión y nos remite al primero; Ya no hay Discurso Ejecutivo creíble. Y ese es el quid de la cuestión. Ni Duran Barba Podrá revertirlo. Más vale que gestionen..

Nicolás Dujovne en su última exposición en conferencia, y en notas posteriores mencionando al FMI, tuvo un inconveniente sustancial, debido a que “ni el mismo parecía creerse”.

Pero como en los espejos de Borges, y los laberintos, su figura se pierde, y se esfuma hacia la profundidad. Es el Ministro de Economía… ¿O es uno más de ellos? Porque allí mismo, en una imagen borrosa, más profunda, se ve la silueta de Mauricio Macri.

Tras 15 años, se vuelve a recurrir a lo impensado.

Cuando el dólar tras atravesar la barrera de los 23 pesos obligó que ante pantallas y micrófonos, hoy mismo, nuestro Primer Mandatario dijera, sin pensar que podía producir escalofríos en muchos; “Hablé con el FMI para que nos otorgue una línea de apoyo financiero”.

Lo que puede ser leído de una manera más sencilla; “Me dieron cuatro años. Transcurridos dos años y medio, no he podido solucionar los problemas que me dejaron en la casa, incrementé cada deuda, embargué a mi nieta en dólares, y como no es suficiente, anuncio ahora que pido más plata al mismo prestamista del barrio, ese que conocemos desde hace décadas”.

Sí. Más deudas. Parece ser el Concepto del Cambio.

Pero no es el único responsable de la casa. Inmediatamente del anuncio, Bolsa, Acciones en caída y el mismo dólar, frenaron y en algún caso se recompusieron. Algo nos sucede. Tal vez ahora, comience el ajuste.

Se van los dólares afuera, no nos prestan, no podemos afrontar lo que ya debemos, y recurrimos al Fondo.

Es verdad que debíamos salir de la “Concepción de Papá Estado”. Pero hubo maneras de no ser injustos con unos cuantos miembros de la familia.

Hay sin embargo, una Conclusión feroz de la que todos formamos parte. El Mundo Global nos ha arrasado, y en esa escala es más lo que se consume y gasta, que lo que se trabaja y produce. Créanme, sin Cambios Verdaderos a escala Mundial, ni el FMI, ni la Fe Cristiana, ni Buda o Alá podrán hacer algo.

En casa, ya tuvimos un Gobierno que nunca escuchó y siempre miró para otro lado. Sería conveniente, hasta saludable, que en este presente “escuchen, y se hagan cargo”.

LaQuintaPata

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Autor entrada: La 5 Pata

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