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¿Había que hacer en tres etapas lo que se está haciendo en cuanto a medidas Económicas? ¿Etapas de Emergencia, Mediano y Largo Plazo? Sin dudas, sí. Aunque nadie imaginaba que se iban a romper tantos tubos de ensayo. Desprolijidades, avances, retrocesos, explicaciones.
En lo Político, han pasado 17 meses en los que el Gobierno ha ido construyendo, validando un discurso donde “el pasado inmediato” se vio fortalecido como el mayor opositor, y tal concepto y actitud ha tenido su costo, además de una “Grieta Sobreviviente”.
Al macrismo esa utilización de CFK le cuesta ahora un esfuerzo innecesario, obligándola a María Eugenia Vidal a quemar las naves. A salir al enfrentamiento y llamar a la reacción a bonaerenses aún no convencidos del Cambio real. Acaso ella sea la más indicada, no por tener la mejor “imagen”, sino por demostrar que es Ella la única que puede hacerlo. Más que el propio Presidente. O que un candidato que retiraron del Ministerio de Educación, sin haber finalizado mínimamente alguna etapa de visibilidad importante en cuanto a gestión. Un error más. Bullrich, debió seguir donde estaba.
Se quemaron los libros de los filósofos argumentales del gobierno y del mismo Durán Barba; CFK puede ser Senadora. Asesores erráticos con sus esmerados rebusques que van de lo filantrópico a lo analítico, de lo verdaderamente académico al MKT, fortalecieron lo que según ellos mismos decían, debían superar. Y esa responsabilidad es única y extraordinariamente del gobierno. Antes tranquilos, ahora desesperados. Las PASO no cuentan, pero se han convertido en una encuesta que habilitará a esa opositora de Unidad Ciudadana polarizada o no, “construida” hasta hace días por conveniencia, a avanzar hacia octubre.
Lo que es peor. Pueden investirla con Fueros, para que una inútil Justicia con la que jugaron, ya no la alcance. Quedan, es cierto, dos años más desde Octubre ¿A que jugarán hasta entonces?
“Creyendo terminar con un pasado en el que confió el 51,34% de argentinos en 2015, acabaron por revivirlo”.
A lo que se suma un argumento decisivo al que el Gobierno debe poner una atención mayor; entre agosto y octubre de este mismo año votar con salarios tan bajos, y un nuevo frente de aumentos, puede ser crucial.
Sobre todo, si como funcionarios en sus DDJJ están gastando entre Sergio Bergman, al Ministro de Finanzas y el propio Presidente, de 2 a 3 millones de pesos por año en gastos personales, con índices de pobreza en Argentina que suman de 12 a 13 millones de habitantes (…). Creo que hay que ser un poco más cuidadoso.
YAYO H.
LAQUINTAPATA.
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