En la Apertura Legislativa de Ordinarias faltaron dos cosas; una Oposición Madura, la que hubo parece estar más familiarizada con el fanatismo futbolero y con “Cartelería de Impenetrable Comprensión”, y, al Presidente, mas “Autocritica” respecto a duras realidades que al parecer omitió, y que resultan ineludibles. Faltaron. Pero es Argentina, y no podemos tenerlo todo. Pocas veces Macri demostró carácter como en algunos tramos de su exposición de éste 1 de marzo ante los legisladores, y sobre todo al final de su exposición. Pero cuidado, quien no maneja la “Bronca Contestataria”, corre el riesgo de perder el equilibrio propio. Y un Presidente no puede perderlo. Convengamos que el Primer Discurso Presidencial, el del año pasado, fue breve, y acaso uno de los mejores. Fue cuando la mayoría escuchó lo que deseaba o necesitaba escuchar, o quizás fue mejor porque se llegaba de discursos extenuantes que solo el fanatismo aplaudidor oía, ya que el 50% de los argentinos no lo hacía. Este año hubo modificaciones, comparativamente a aquel de marzo de 2016, y en este caso, el primer mandatario hasta pecó de Voluntarista en más de un tramo; además de datos y cifras que habrá que analizar, dijo LO que todos sabemos respecto a ciertos temas, y el punto no es conocerlos, sino saber “cómo se resuelven”. Prometió, además, obras que espero puedan terminar, ya que a más de un año, del Plan Belgrano no hay noticias. Del salto cuantitativo de trabajo en infraestructura, tampoco hubo mucho, aunque con justicia podemos recordar alguna notable renuncia o despido de un Secretario, y el esfuerzo continuo de Frigerio. De los cambios en Educación, solo el propio Presidente y Esteban Bullrich y quien sabe Dios quien más estarán enterados, porque los docentes no están anoticiados de tanto cambio todavía, independientemente que no tienen quien los represente, y quizá no hayan explicado bien, que las paritarias no son una cuestión nacional, sino provincial, salvo por el Incentivo. También hubo verdades para nada desapercibidas, donde la Herencia resulto implícita y explicita, como “el Mínimo No Imponible en el Populismo irresponsable”, o el tema del regreso a “la credibilidad internacional” en su gestión. Aunque y sobre todo, y debido a que el Gobierno “tiene la potestad de las Redes a un costo incalculable”, el tema de la “Confianza” en su gestión es aun objetable, y si bien las redes representan un testimonio parcial, ahí puede observarse tras un seguimiento serio que tal afirmación es endeble, incluso si apartáramos al fanatismo político opositor dejando sólo ciudadanía, y quitáramos por supuesto los robots multiplicadores y pagos, los datos para el gobierno no serían lo que “un lúcido gabinete en comunicación”, cree o transmite al Presidente. O, lo mismo que “Argentina se está poniendo de pie”, lo que se resume antes, en las buenas intenciones de quienes acompañándolo en sus círculos más íntimos, desde ya, continúan creyendo. Digamos, una creencia que todavía no se ha expandido lo suficiente. Una Creencia sin contagio hacia abajo. Tanta confianza y optimismo, no reflejan en tal caso una realidad general. Por el contrario, los errores del Ejecutivo en febrero, han reducido en 8 puntos la credibilidad aludida. Pero al menos, Macri dijo algo acerca de la deuda referida a la Coparticipación Federal, y acaso, ahí nos encontremos con la madre del borrego, el verdadero principio del Federalismo ausente. Demostró vehemencia, carácter, al proponer un Proyecto sobre “Ética Empresaria”, dejando claro, casi manifiestamente, que al menos debería comenzar “por casa”. De lo que no hay dudas, es que el Mayor Opositor de Mauricio, es Franco, y no los cartelitos Frente Victorianos. De lo que tampoco hay dudas, y que pocos creerían, es que un Hijo que quiere ser Jefe de Gobierno Porteño, o Presidente, no puede desconocer cada negocio de Papá, aunque nos asegure lo contrario Carrió años después. Por último, no escuche “Pobreza Cero”, sino “Reducir Pobreza”, composición de por sí más atinada a cada expectativa concreta. De las empresas que han cerrado, expulsando gente (familias en verdad por cada empleo, o de suspensiones que inexorablemente rebajan el sueldo), no hubo una palabra. Tema que ante medidas ausentes que propulsen una competitividad pedida a gritos, continúa sucediendo. Excepción hecha del sector automotriz que han vendido más en Argentina debido a créditos y financiaciones de esfuerzo propio, mientras las exportaciones caen un 8,8% anual. Más aun, con un Brasil de brazos caídos. Queda para mí, que ante la exasperación y lo molesto de ciertos momentos del pasaje del discurso, hay un evidente desgaste “dentro de la normalidad de un año” y se van perdiendo algunos “Chacras” orientales. Se refirió a la Ley PyME como un logro, y fue inevitable escucharlo como una panacea, ya que en verdad el proyecto atravesó el congreso, pero aun así las PyMES saben mejor que cada legislador y el propio PEN que sus realidades no pasan por una ley, sino por medidas económicas que no llegan. Algo de lo que pueden dar cuenta los argentinos que viajan a Chile, como hace años viajaron a otras latitudes, comprando por la mitad lo que aquí vale el doble. Un rasgo de argentinidad puramente criollo, por otra parte. Convengamos ahora sí, que la Macro es necesaria, pero hacia adentro el límite está dado en la destrucción del emprendedurismo y del empleo que esto podría generar. Sobre todo porque miles de PyMES venden a Corporativas o terciarizan para ellas. Existe una diferencia sutil; el gobierno reconoce y menciona despidos de los primeros 6 meses de mandato y luego habla de una “recuperación”, no dándose por enterado que los despidos continúan aun hoy, y que la teoría de sus ministros acerca de que la economía y el empleo comenzaron a despegar en el último trimestre de 2016, o que incluso posiblemente haya terminado la recesión, afirman, contradice sin dudas la realidad de las calles. Hay un dato sin desperdicio, incrementados cantidad de planes y costos respectivos, la mayoría de quienes los perciben y forman parte de movimientos sociales, están en las calles exigiendo más. Han invertido millones, para tenerlos en contra. Han creado con fondos públicos, más oposición social. Podemos creer que de aquel populismo de izquierda, se ha pasado a un populismo de derecha, y que antes y ahora, de políticas que obliguen a la cultura del trabajo no hay nada demostrable. Se habló de capacitar 80 mil empleos públicos a un costo de 60 millones de pesos, e independientemente de si hay algo de eso o no, la solución sigue siendo simbólica. Salvo por la economía de quienes aportamos. Más vale prepararse para los tres difíciles meses que llegan, donde la inflación irá a empardarnos nuevamente según el propio Sturzenegger, porque la planimetría numérica aún no ha sido alcanzada por el impacto de tarifas, peajes, combustibles, prepagas, educación privada y tanto más, sin olvidar las góndolas. Dicho así, comparto las necesidades de largo plazo, no el método de implementación actual. Finalmente, a los discursos de Apertura de Sesiones Ordinarias estamos acostumbrados de toda la vida. Y aunque quiero que a este Gobierno le vaya bien, es el mismo Gobierno, estoy convencido, el que debe ayudarse un poco más; Argentina, parece, está condenada a esa perversa, y porque no, a veces, elegante realidad legislativa de cada año. Donde tras la exposición presidencial, un importante número de legisladores impresentables (aclaro que no todos), opinan desmedidamente, como si ellos no fueran Gobierno desde el cargo que ahora tienen, o como si antes no hubieran estado en gobierno alguno.
Definitivamente hoy, si criticas a Cristina, ningún Kirchnerista te lo va a perdonar. Si criticas a Macri, va quedando claro que sino pasas por «La Herencia», no lo van a aceptar. Si criticas a un Peronista o un Radical, el problema no es tan serio, porque aún no saben dónde están parados, ni de qué juegan… O tal vez porque en medio de históricas pérdidas y ganancias, han resultado verdaderamente más democráticos. Quien sabe… No lo sé.
Carlos Yayo Hourmilougue- LAQUINTAPATA-CON PROPIEDAD INTELECTUAL DESDE 2004, PLAGIADO POR LA TV PÚBLICA EN 2016–
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