Si como Legislador y referente de la Oposición Héctor Recalde llama a la Corrupción “condición humana”, por un lado tiene razón, lo es. Es una condición humana. Por otro, estamos perdidos. No porque la frase no sea real, sino porque según su criterio hubo un gobierno “con algunos corruptos”, aunque “No De Corruptos Asociados”. Uno se pregunta, en uno u otro caso; ¿Cuál es la diferencia? Si en definitiva nos siguen faltando tantos millones. O ¿Qué hizo el gobierno anterior entonces con cada corrupto mientras gobernaban?
¿A qué viene todo esto? A que parece que no tenemos cura para ser Especialistas en Distorsionar La Política, ni antes, ni ahora. Y me refiero a que si la política se toma en broma, es Broma. Nuestros hacedores de política, han abusado tanto de sus roles, que al parecer no les queda claro cada exabrupto, cada exageración, cada falta intelectual de respeto a quienes deben representar. Nos merecemos lo que tenemos.
En Teoría, y en la Práctica, hay variaciones del concepto de Democracia. Con todo, es lo mejor de lo que disponemos. Los mecanismos democráticos más desarrollados se sintetizan en la Democracia Representativa; lo que el planeta más utiliza, nuestro caso, donde se nos gobierna mediante representantes que elegimos.
Suiza ha preferido la Democracia Directa o Pura, y EEUU lo mismo, aunque con diferencias para subrayar, si bien no tiene Democracia Directa Federal, más de la mitad de sus Estados pueden promover iniciativas o referendos, o reuniones comunitarias, las Town Meetings, donde la ciudadanía, o cierta comunidad interactúan directamente con cada administración que toma decisiones.
En una Democracia Parlamentaria, el poder reside en el Parlamento, donde el Jefe de Estado no tiene el PE, poder que se concede al Jefe de Gobierno, a quien reconocen como Primer Ministro.
La Democracia Deliberativa hace eje en el Debate, antes que en la Votación.
La Democracia Participativa crea de alguna manera, formas directas para restar poder a lo Representativo, organizando audiencias públicas y hasta el rol de los ombudsmans.
Existe la concepción de Democracia Social también, donde se reconoce a organizaciones de la sociedad mediante Consejos Económicos y Diálogo Social.
Ninguna Democracia es Pura y por lo general, resume componentes de diferentes formas de Democracia. Pero es interesante observar qué se hace o no, con el control de los cargos públicos, tema que se ha vuelto cada vez más complejo. Habría que analizar las razones. Una de ellas consiste en el cada vez mayor distanciamiento del Funcionario, respecto del Ciudadano. De allí que muchos países mantengan un control al que llaman “horizontal”, mediante una Figura; el Impeachment o Juicio Político. Argentina lo tiene, lo mismo que EEUU, y Brasil. Pero al mismo tiempo, la Democracia es una Organización de Grupos de Ciudadanos que tienen o “deberían” tener el poder de por sí, y que en nuestro caso, indudablemente, culturalmente, no sabemos exigirlo, es decir, no sabemos utilizarlo; Es entonces, el mismo sistema de poder el que evita que lo constitucional se cumpla, o se cumpla plenamente. En todo caso se trata de “Voluntad Ciudadana”, de lo que carecemos. Por el contrario, mientras más poder construyan quienes llegan con grandes pérdidas de valores sociales a ciertos cargos, y se mantengan, más lejos estamos culturalmente de hacer cumplir la Ley que la Constitución establece para nuestro beneficio.
Hay, sin embargo, una situación que no podemos evitar reconocer; En ningún lado existe formalmente la Clasificación de Democracia Farandulera, o Retardataria, o A-Cultural, o Des-Madurativa. De ser así y en los hechos, se trataría de cierta suerte de deformación, tal vez la peor de cada Democracia Representativa. Y mientras más tema le den a algún programa bailantero, donde el Homovidens de Giovanni Sartori es la víctima ante los mayores responsables de las pantallas estupidizantes, mas tardaremos en salir del entorpecimiento.
Es interesante definir Identidad, y en tal caso la pérdida de Identidad. Ya que se trata desde lo psicológico y lo social, consecuentemente desde lo político, de estima propia, lo que se otorga a la Otredad y lo que se recibe en Devolución de Respeto o no, o sea el Valor Humano de cada uno; Y un simple Snap-Chat, ha pasado a ser una técnica donde se toma hasta la deformidad el rostro de un presidente, y se otorga o sugiere a ese mismo presidente, el propio rostro de un visitante casual en segundos. Lo que No es un tema menor. Más bien, un conductor de la A-culturalidad, o de lo más significativo de la mediocridad televisiva, donde no es cierto que en algunos Programas de Diversión no exista Mensaje alguno, se apropia precisamente de un Recado, constituyéndose en Emisor, acerca de lo que es altamente nocivo para la más elevada Autoridad del país. “Rostros que se intercambian en recíprocas y deformantes identidades”, se constituyen en todo un mensaje hacia cada receptor ciudadano. Casi un milagro de lo subliminar. Una deformación burlesca de la Identidad donde un conductor televisivo juega a la deformación en una pérdida de identidad momentánea. Todo un mensaje, a conciencia o no, intencional o no, donde lo cuidadoso y la consecuente falla de Asesoramiento profesional hacia el primer mandatario, aun con tanto Equipo, cobran dimensiones trascendentes. Sería algo así, como la Democracia de las Luminarias.
Macri debe decidirse entre la Política que la ciudadanía espera, o aquellas cosas superficiales, pero inconscientemente nada inofensivas en las que cree un importante número de ciudadanos homovidens, término que Giovanni Sartori dilucidó ante la aparición de la televisión, cuando supo que por ese aparato se iba a construir intencionalmente todo un imaginario que convertiría en rehén a cada tele-espectador. A quiénes la Desculturización apropio para sí, sin que tuvieran oportunidad alguna, ni conocimiento de ello. En buenos términos y con el correr de los años, es el principio de la Publicidad o MKT político. En los peores términos, el de la Propaganda, tema que Guillermo Moreno y unos cuantos nunca terminaron de aprender.
Desde hace dos décadas, se ha acostumbrado a aceptar al Farandulismo Deformante como algo habitual. Peor, como algo divertido y normal.
Al menos el Presidente ha tomado una primera decisión, evidentemente.
-Decidió no oponerse, no sabemos si a Tinelli, o a Lo que Tinelli representa, desde dos miradas;
1- Macri debe decidirse entre la Política que la ciudadanía espera, o
2-sucumbió ante lo que cree un importante número de ciudadanos homovidens, quiénes se han acostumbrado (adaptado) a aceptar al Farandulismo Deformante como algo habitual, y son excesivamente numerosos, creyendo convenientemente no tenerlos en contra. Por lo numérico y por el temor a que alguien considere que se censura el buen humor. Pero sucede que este Snap-Chat, no fue ni una cosa, ni la otra. Fue una deformación presidencial.
Especulo, no puedo más que especular, que la reunión fue para algo más que la deformación de identidad, tal vez poner en claro el tema de ciertos intereses. Lo que implica que si es verdad que el Presidente asumió en las últimas horas “el rol de comunicar para poner a salvo a algunos de sus ministros”, por caso Aranguren, el primer resultado comunicacional, tras Tinelli, es un aplazo. No tanto por el error de dejarse llevar sin fortalezas, y exigiendo en la misma reunión el rol que la ciudadanía con independencia de este efímero episodio espera de él, sino por lo Desopilante de una manera de hacer Política que con deformación mediante, no cambia y no prospera según lo deseado. Mas ocultas aún están las ventajas y desventajas de números empresarios por un lado, incluidos los de la AFA y de inocultables negociados de la estructura de comunicación pasada y actual que el conductor televisivo debería explicar con claridad. Al menos, antes de esto, y por fortuna, días antes el Presidente había demostrado que le interesa más su gobierno que la AFA. Ya que la carencia de estructura energética, la conocemos. Y acerca de su optimismo del blanqueo de capitales, deseamos poder compartirlo en algunos meses. Hasta ahora, estamos ante “las medidas que traerían cada resultado”, no en los Resultados.
A propósito del tan desafortunado Snap-Chat; “Es más fácil engañar a la gente, que convencerlos que han sido engañados”. Mark Twain.
Carlos Yayo Hourmilougue.-
LAQUINTAPATA