Especialistas y legisladores coincidieron en que el paso del tiempo en los delitos de abuso sexual infantil no debe ser sinónimo de impunidad.
Con un salón repleto, se desarrolló este jueves en el Senado, la Jornada Debate “La Ley de Respeto a los Tiempos de las Víctimas y su aplicación”, en el que especialistas de los ámbitos judicial y de la salud y representantes de asociaciones civiles analizaron los cambios producidos a partir de la sanción de la Ley 27.206 de modificación del plazo de prescripción de delitos contra la integridad sexual de menores, vigente desde noviembre del año pasado.
En la apertura del debate, la senadora nacional Sigrid Kunath, autora del proyecto que dio origen a la ley, explicó que el “objetivo principal es poner en visibilidad esta nueva ley, la 27.206. Notamos que existe cierto desconocimiento sobre la letra de esta norma y que en algunos casos se sigue hablando de la ley Piazza, que fue importantísima pero de la cual nosotros fuimos más allá”.
“Con esta ley que está vigente, una persona puede denunciar un delito contra la integridad sexual independientemente de la edad que tenga la víctima y de los años que hayan pasado desde la comisión del delito. Esto significa, que desde el servicio de justicia no se le puede contestar a nadie a priori que no se puede investigar a nadie porque esta prescripto”, señaló la legisladora que repasó los distintos pasos y los cambios que tuvo el proyecto durante su tratamiento en el Congreso donde logró sanción definitiva en octubre de 2015.
Asimismo hizo especial mención a la labor de las organizaciones de la sociedad civil que “hacen un sostenimiento de este tema dentro de las agendas y que a su vez nos van indicando un camino a seguir. Valoramos enormemente la tarea porque viene desde un profundo dolor casi siempre y lo transforman en una energía positiva para que los derechos de nuestros niños, niñas y adolescentes no sean vulnerados”.
La importancia de la empatía en la Justicia
“Quien no tiene posibilidad de ponerse en el lugar del otro no puede ser juez”, aseguró Carlos Rozanski, Juez del Tribunal Oral en lo Criminal Federal I de La Plata, al hablar de la necesidad de la empatía para poder comprender la cuestión de los tiempos de las víctimas.
“A mí me impresionó siempre cómo hay personas en cualquier poder del Estado que sin ninguna dificultad pueden comprender lo que significa el tiempo de una víctima y otras que no lo van a comprender nunca y la diferencia entre una y otra es la empatía”, sostuvo el juez que se preguntó “qué posibilidad de empatía tengo si no me pongo en el lugar del otro”. En este sentido habló de la necesidad de avanzar en la elaboración de “algún tipo de ley que garantice el perfil de juez que necesitamos como sociedad, que sea acorde al paradigma actual en materia de derechos humanos”.
“Fue imprescindible la Ley Piazza y fue luego imprescindible la 27206 que mejoró ese criterio y que prácticamente la hace imprescriptible, porque sabemos muy bien que hablar de que se empieza a contar a partir de la denuncia la está transformando en imprescriptible. Esto no es una cuestión menor, eso también es una representación de que nuestro Congreso de la Nación superó las cuestiones menores, con leyes como esta, en la que están diciendo que una criatura que fue abusada cuando fue chica no habló no porque no quiso sino porque no pudo y si no pudo no la podemos sancionar, porque vamos a estar tirando por la borda tantos años de dolor y preocupación”.
Por otro lado, indicó que “en la legislación actual, el debido proceso hacia el acusado es absolutamente idéntico que el debido proceso hacia la víctima. Esto parece de perogrullo pero no lo es. Garantizar los derechos de las víctimas no tiene absolutamente nada que ver con violar los derechos del acusado. A nadie en su sano juicio se le puede ocurrir violar los derechos del acusado a tener una defensa, a ser escuchado, a tener un proceso justo. Eso no tiene absolutamente nada que ver con que en el camino se destruya a la víctima para lograr los objetivos de la defensa. La igualdad del debido proceso es una cuestión central”.
Rozanski resaltó la importancia de que “el Senado se ocupe de esto, no sólo de legislar sino de generar espacios para discutir esa legislación, para dialogar sobre esto, en lo personal, me parece una cuestión mayor, una cuestión de Estado”.
Transformar el dolor en acción
Una de las fundadoras de la Asociación entrerriana Con los Gurises, No!, María “Mana” Mussi, contó en primera persona el sufrimiento que genera tanto en la víctima como en sus familias y entorno, no sólo el abuso sino la prescripción de sus casos en la justicia y cómo transformaron ese dolor en acción con la creación de la organización civil que recorre la provincia difundiendo y visibilizando la problemática.
“Hablando de la ley 27.206 de Respeto a los Tiempo de las Víctimas, hay acá una palabra muy importante: respeto. La palabra no es sólo grande, es sanadora. Las víctimas no son respetadas, no es fácil hablar y todos sabemos que en el momento en que alguien decide hablar, llega a la justicia y la justicia le cierra la puerta. Le dicen perdón, lo siento mucho, pero llego tarde, porque lo suyo esta prescripto”, reflexionó Mana al tiempo que afirmó que “la prescripción es tan perversa como el abuso”.
“La premisa de nuestra marcha –la de los globos blancos que se realiza todos los años en Urdinarrain con motivo del día contra el Abuso Sexual Infantil- era el pedido de la no prescripción”, contó Mana. “Siempre creímos que eso era un sueño, una utopía. Hasta que llego la sanción de la Ley 27.206 de Respeto a los Tiempo de las Víctimas. Esa fue la respuesta a nuestra lucha”.
Por su parte, la diputada provincial Rosario Romero, abogada querellante en la Causa Illarraz, celebró la sanción de la ley con la cual “el Congreso de la Nación, por unanimidad, ha trazado una norma que desde el punto de vista de la política criminal, para las víctimas, es simbólicamente importantísima. Es decirle a las víctimas cuando puedan sacar su verdad afuera, que nosotros a partir de ahí recién le vamos a contar el término de prescripción”.
“No igualaron a lesa humanidad pero si dieron el tiempo necesario para que las investigaciones no fracasen, no se nos caigan, de la mano de esta especie de carrera de obstáculos que los que tenemos las causas viejas vamos sorteando. Pero yo digo esperanzada que las vamos a sortear, de la mano del control de convencionalidad, de la mano de los pactos que la democracia argentina incorporó a la Constitución y de la mano de las buenas leyes que la Cámara de Diputados y el Senado vengan sacando”.
En tanto, la Dra. Virginia Berlinerblau, médica especialista en Psiquiatría Infanto Juvenil y en Medicina Legal y médica Forense de la Justicia Nacional de Buenos Aires sostuvo que “para algunas victimas la recuperación no solo pasa por la psicoterapia, los grupos de autoayuda, la confesión o la charla íntima. La denuncia es un acto de otro orden, es un llamado a poner las cosas en su lugar, a reinstaurar la ley y solo la institución judicial tiene la función privilegiada para hacerlo. La denuncia en la adultez puede ser entendida como un insistente reclamo a la legalidad que le fue negada de niño, la que le otorga la esperanza de pasar de objeto a sujeto”.
También disertaron en el panel el Dr. Gustavo Moreno, Asesor Tutelar ante la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo y Tributario de La Ciudad Autónoma de Buenos Aires y la Dra. Mariana Guerrero, abogada especialista en Derecho Penal y Procesal Penal.
Estuvieron presentes las senadoras nacionales Liliana Fellner y Sandra Giménez y los senadores Juan Manuel Abal Medina y Alfredo Martínez; el Dr. Félix Crous, Fiscal a cargo de la Oficina de Enlace Legislativo de la Procuración General de la Nación y Alicia Benítez de Feltes, Secretaria de Planeamiento, Infraestructura y Servicios de Entre Ríos, Alicia Vides, responsable de Unidad de Gestión de Políticas Preventivas de las Violencias en las Relaciones de Género del Ministerio de Salud de la provincia y autoridades de la Casa de Entre Ríos en Buenos Aires.
Prensa Senadora Nacional Sigrid Kunath