“La escalera que la mayoría de los políticos trepan, no es la misma que la gente ve desde el piso”.
La mayor diferencia que se establece entre quien observa y piensa la política desde afuera de los partidos, y quien la analiza y sugiere desde adentro, es que el primero es un Ciudadano, el segundo, un Político en Funciones, de algún u otro modo.
El Ciudadano no ve en la política una situación ascendente, sino que como en mi caso, la ve en forma lineal, o cronológica, y la compara con cada hecho inmediatamente anterior. Analiza, pasado, futuro probable y coyuntura actual.
El funcionario, ve la política como un proceso ascendente, y no tardara en verlo desde la altura, y lo quiera o no, se observa a sí mismo y elige un entorno que lo ayuda a observarse, todos ellos parados en algún peldaño de una escalera.
De esta forma ven que los peldaños que van dejando debajo de ellos, son observados como un ciclo cumplido por sí mismos, y que dándolo por superado ahora deben continuar. El que sigue, plantean, quien los suplante, continuara lo que falta. Dan por obvio lo que hicieron, pero aquí se presenta el primer desenfoque, la gente no ve lo mismo en la mayoría de los pre-candidatos actuales. Obsérvese que digo en la Mayoría, no Todos.
Pongamos esto de otra manera:
Un gobernador, o un ministro, o quien sea que haya tenido que demostrar algo, aspira a ser presidente de la nación. Se pueden dar dos casos;
1- Que haya hecho una buena gestión y merezca la oportunidad de escalones más altos.
2- Que solo él vea esa oportunidad, convencido que ostenta un patrimonio de gestión que lo habilita moralmente para continuar ascendiendo, en tanto la gente no lo considere así.
Ante el gran Vacío Gestionante que se ve a nivel nacional, siendo que vemos más conflicto y publicidad de la gestión que gestión en sí, y cumplidos los mandatos para acceder al recambio que la Constitución exige, la alternancia hace el resto. En buena hora la Alternancia, pero es al mismo tiempo la oportunidad que muchos de estos funcionarios tienen, para dejar sus provincias con altísimos impuestos mal administrados y sin rendir cuentas, donde el ciudadano no ve lo que a través de la publicidad dicen que han hecho. ¿Eliminamos la Alternancia? De ninguna manera. Pero tenemos el voto para castigar a quién no gestiono bien. O sea, definitivamente no son merecedores de lo que pretenden. Y es el caso de la mayoría de los pre-candidatos. De allí el fenómeno, entre otras razones de la Farandu-lización de la política. O el declive de los partidos políticos, un tema conocido que comenzó en los 90 y el resto de los gobierno ha profundizado.
Un joven que no aprueba ciclo básico, no puede pasar a carrera de grado, esos son los valores que deberíamos contemplar y que la política no respeta.
Las preguntas son dos: ¿Merece ese Ciudadano que paga más impuestos para estar peor, ser forzado a elegir más de lo mismo? Y ¿Merece ese candidato una oportunidad de trepar más alto?
“La escalera que la mayoría de los políticos trepan, no es la misma que la gente ve desde el piso”.
YAYO HOURMILOUGUE
LA5PATA
