El fiscal que Néstor Kirchner abrazó y termina «a los tiros” con Cristina. //PERFIL. Natasha Niebieskikwiat

Conocido popularmente como el Fiscal Especial para la causa AMIA, Alberto Nisman viene a representar otro de los casos en los que un romance político del Gobierno culmina de la peor manera.


Este fiscal salido de los pasillo judiciales de Morón, ex esposo de la influyente jueza Sandra Arroyo Salgado, recibió el abrazo del fallecido ex presidente Néstor Kirchner, quien hizo política de Estado las investigaciones por el ataque terrorista a la AMIA de 1994 (85 muertos). Fue Kirchner quien llevó las acusaciones y los reclamos contra Irán, ante las Naciones Unidas, nutrido por la letra de Nisman, quien no podría haberlo hecho a su vez sin el respaldo del ex hombre fuerte de la Secretaría de Inteligencia (ex SIDE),  Antonio “Jaime” Stiusso.

Nisman, que alguna vez hasta fue pensado por Cristina Kirchner para la Procuraduría General de la Nación (que terminó ocupando Alejandra Gils Garbó) comenzó a perder poder cuando una línea del Gobierno, a la que ahora denunció ante el juez Ariel Lijo –empezando por la propia Presidente- negoció a sus espaldas el memorándum de entendimiento de enero de 2013, que establecía un mecanismo de indagatorias en Teherán a los presuntos resposables iraníes de la voladura de la AMIA.

Nisman, como Stiusso, se alimentaban de las teorías inspiradas en Estados Unidos (la CIA) e Israel. De hecho, siendo fiscal, Nisman apoyó los pedidos de DAIA y AMIA ante la justicia para que el memorándum fuera declarado inconstitucional. Luego sacó un dictamen de 500 páginas, en los que acusaba a Iran de montar una red terrorista en América Latina, y de ser responsables del ataque a la mutual judía.

Luego, la propia Gils Garbó no lo dejó viajar a Estados Unidos, adonde el Congreso lo esperaba para escuchar sus argumentos contra Irán y contra el pacto. En el medio, desde el Gobierno comenzó a hablarse de la necesidad de removerlo, aunque no se lo hizo público.

El final de este último capítulo comenzó con el desplazamiento de Stiusso como director general de la SI, y adonde la Presidente colocó a su ex secretario Oscar Parrilli.

La jugada de denunciar a la Presidente, al canciller y a una serie de funcionarios K sorprendió sobremanera. Por ser verano, tiempo de feria judicial, pero sobre todo por el impacto internacional, después de la masacre en el semanario satírico Charlie Hebdo y el supermercado kosher de París.

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Autor entrada: Editor

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