Al Aire; 11:08 HS
Acabamos de recorrer 4.740 kilómetros en auto. Provincia de Buenos Aires por la ruta 5. Pasamos por la Pampa, General Acha, La Ruta del Desierto, Neuquén, Bariloche, los Siete Lagos. Villa la Angostura, San Martín de los Andes, Zapala, Choele Choel, Las Grutas, Loberías, El Cóndor, Viedma, Carmen de Patagones, y Claromecó. Regresamos desde la Costa por la ruta 3, Bahía Blanca, Azul y otras poblaciones. Y en cada lugar hablamos con gente diferente. Incluso en ciudades donde se cree que la abundancia existe. Y no es cierto que el país esté bien. Basta con escucharlos, con detenerse en sus preocupaciones. Desde hoteleros, a comerciantes, a productores. A nadie le alcanza la plata y la inflación los está devorando. Pero lo que la Gente ya no tolera, es la mentira. Y lo que ya no soportan, es la corrupción. Incluso a periodistas de muchos medios en cada localidad.
Queda claro que estatizar algunas cuantas empresas, y más allá de lecturas importantes económicas y políticas, representó que Yuppies K se enriquecieran sin dar cuenta alguna de la administración de la que abusaron. Y vengaran así, y en nombre del gobierno la actitud crítica de miles de periodistas de todo el país, que lograron en veinte años de apoyo institucional, lo que éste gobierno eliminó en tres años. Algo que de la dictadura para acá, ningún gobierno democrático dejó de respetar, pese a la construcción crítica. En la provincia de Buenos Aires, en la gestión Scioli, ha sucedido lo mismo. Una situación estrafalaria alejada de la normalidad cívica que se repite en cada población, desde sus intendencias hasta cada periodista gráfico o radial. Todos son rehenes que apenas pueden con sus deudas.
Ahora, parece que han sacado de la bóveda dineraria a Máximo Kirchner. Y lo han rodeado de todo el camporismo que creó para mantenerlo de pié, ahí mismo, donde podía caerse solo.
La conclusión es simple. Viéndolo, escuchándolo, “No Hay Sucesor Alguno para éste gobierno”. Es Extraño que una Revolución no deje sucesores. O al menos, Máximo no hace otra cosa que confirmarlo. No alcanzan “las decenas de supuestos cuadros militantes de Wado de Pedro”. Ni los miles de sujetos que desde un camporismo hueco, antes de 2015, pretenden “blanquear” en un Estado de todos.
No trabajaron para el futuro. Se enredaron en el pasado con los números de la mejor etapa, desaprovechando el país real. Fueron rapaces con un ideario que inventaron desde arriba hacia abajo con dineros públicos. Tomaron decisiones sobre empresas, y en empresas que siempre les “quedaron grandes para sus conocimientos” ¿Saben que entre el dólar paralelo y el blue, lo que más interesa a quienes necesitan bienes de capital es la brecha entre uno y otro, y no el valor en sí, porque de otra manera quienes producen pierden la certidumbre del mediano plazo, y no saben dónde van a estar parados en tres o cuatro meses? Sucede que si se gasta más de lo que se puede, se emite.
Como revolucionarios camporistas se han quedado sin política que explicar. Ni siquiera asumirán una derrota. Y nunca sabrán que avergonzaron toda militancia. Que cualquier negocio defraudando nuevas generaciones, una vez más, ha sido más importante para ellos, que hacer política. Y que mientras haya chicos sin una buena infancia, pobres, con autoridades ricas, ninguna revolución existe.
El país deberá volver a salir de uno de los retrocesos más fenomenales. Y lo más importante, es que no importando cuanto cueste, Argentina lo va a conseguir. Hay gente en este país, que trabaja para ser feliz, y son caprichosos.
YAYO H.
LA 5PATA