La Reparación es algo más que una palabra. Procede del interior más profundo del espíritu humano, consecuentemente y por extensión involucra a la Democracia, a sus funcionarios, a la gobernabilidad, a la Justicia. A cada ser humano. A Vos como Vecino.
Por estos días, y diría que desde hace rato, en lugar de situarnos frente a una Reparación ni de cerca parecida a lo dicho, nos vemos detenidos en su antítesis, ya que en lo genérico, no hay Reparación Dirigencial Política. Lo opuesto a la Reparación, es la Descomposición. Aquí sin embargo, a la Reparación debemos Oponer otra palabra más inadvertida, que forma parte de la Descomposición; La Ostentación. O sea, la Exhibición, el Alarde de Riqueza o Poder. O ambos.
El alarde de poder, en declive hoy, se dio expresamente cada día de estos últimos años. Pero la Riqueza material que tal poder acumuló, ha salido a la luz pública de a poco, y en franco crecimiento activo en los círculos vivenciales de los responsables y los autores de esta etapa. Ha superado a lo sustraído por los funcionarios de los 90, en montos económicos. Y ha superado la credulidad civil, en la des-construcción ética.
Como sea, los hechos y la intencionalidad de negarlo por parte de sus responsables, agudizan la falsedad y demuestran lo inocultable ante el cuerpo social. Es aquí donde la Sociedad debe comenzar a observar el rol de la Justicia que entre todos nos debemos, pero que se acciona desde los pasillos del poder independiente. No es que funcione tan mal, hay que acudir a ella. O se debería. El procesamiento de Moreno, por parte del Juez Claudio Bonadío, por abuso de autoridad, es un paso. Pero no alcanza ni para comenzar. Moreno ha podido apelar ante la justicia, una oportunidad que él jamás concedió a nadie que no opinara como él. Lo que demuestra quien es, y quienes somos.
Imposible imaginar una Sociedad reparadora y reparada, si vive incrédula y desconfiada de sus gobernantes, si la mayoría de los Funcionarios practican una Ostentación irremediable en sus vidas, en sus familias, y sin ruborizarse permiten que se haga público. Y es que por otra parte, ya no podrían negarlo ni ocultarlo.
Les faltó, les falta, como Pierre de Marivaux escribió ya en 1730, en boca de Silvia, uno de los personajes, «un combate entre el amor y la razón»*. Y es que no podían poner a combatir lo que les faltaba, Razón y Amor, mientras les sobraba plata mal habida, y poder mal interpretado.
Es de una inconmensurable falta de respeto intelectual y racional, ser funcionario al frente de Recaudaciones, y obsequiar un automóvil de 40 mil dólares a una hija, mientras la pobreza en el país tras el amesetamiento vuelve a crecer. Es inmoral, que la impunidad le sirva al mismo tiempo al funcionario para justificarse. Lo mismo que a la mayoría de ellos. El Senador Fernandez apuntando en un papel la respuesta al joven funcionario de Aerolíneas, con micrófono abierto, nuevamente, nos coloca a todos donde estamos. En ese momento el Senador no representaba a elector alguno, sino a intereses propios y políticos corporativos. Es lo que la sociedad presencia diariamente, lo que ve, desde esas “cajas bobas” que el actual gobierno ha fatigado.
Es la comedia política del relato, que destruye en grandes sectores de la sociedad algo que creían que el gobierno tenía, Ideales. Se trata de Idealistas destruyendo ideales propios. De Mercantilismo Político, donde lo que abundó fueron los recursos del Estado. Tenemos, Justicia mediante, derecho a preguntar donde están esos recursos, sin descuidar las declaraciones juradas y de bienes de cada uno de ellos. Si no lo hacemos, no habrá Reparación. No he leído ni escuchado a ningún Candidato proponer un Proyecto de Resolución que condene a «prisión o reclusión por tiempo indeterminado», a cualquier Funcionario que se Enriquezca Ilícitamente, o que acepte sobornos. Es curioso cómo quieren ser votados sin ser creativos para proponer lo que en verdad necesitamos, cambiar lo que nos daña.
YAYO HOURMILOUGUE
LA 5PATA
* OBRA: Juego del amor y del azar (1730)