Los antiguos esperaban el agua como una salvación. Practicaban ritos para que lloviera. Ahora, en muchos lugares de argentina, sobre todo en la provincia de buenos aires y en la capital, los vecinos van a comenzar a temblar ante la primera amenaza de tormenta oscura. Y ante cada posible Leptospirosis, o Gastroenteritis, o enfermedades micóticas, o Hepatitis A, por deshechos fecales y animales muertos, además, lamentable e innecesariamente, de cadáveres humanos.
Si los argentinos nos conmovemos siempre detrás de los hechos, tarde, pero votamos regularmente ¿Somos responsables? ¿Somos responsables de Cromañón, cuando el principal responsable político vuelve a ser candidato? ¿De Once, en tanto el poder se des involucra en la causa? ¿Y ahora en La Plata que irá a suceder?
¿Somos responsables de cada muerte por inseguridad en las calles de la Democracia?
No son aisladas unas fatalidades sociales de otras. Las cargamos con nosotros. Nos forman y mutan. Nos constituimos en ellas.
¿En qué grado somos responsables?
Queda claro que como sociedad No podemos hacer cargo de todo, a los políticos.
Pero la mayoría de los Políticos que eligieron serlo, en la medida de sus responsabilidades, luego de accionar tarde y lamentarse junto al resto que no eligió esa misma profesión ¿De qué se hacen cargo? ¿Son conscientes antes de pensar en ser políticos que las sociedades avanzan hacia una cada vez mayor complejidad humana y ambiental, sumado a recursos que no pueden desaprovecharse junto a la necesidad de eficientes administraciones? ¿O solo piensan en sus egos anteponiéndolos al servicio? Este punto es el primero que debe resolver en lucha interior profunda quien quiere ser político. ¿Qué es, ser político?
51 muertos en La Plata, con Capital Federal, alcanzan los 59. Cifras a este momento. Solo lluvia, como pocas, 330 milímetros. No fue un tsunami, tampoco se abrió la tierra. Fue lluvia. ¿Cuántos gobiernos democráticos hubo en treinta años? Muchos. La mayoría de sus protagonistas principales los seguís viendo en cargos diferentes. Integran una Casta especial.
Aun así, somos solidarios ante el desastre. Pero ¿Somos inteligentes para exigirles a quienes pueden y deben la prevención antes que la disputa inútil y domestica de la que estamos tan saturados?
Nunca hubo políticas habitacionales. Y cuando las hubo de mediados de 1985 para acá, se robaron hasta las cartulinas de cada proyecto.
Ahora, en La Plata como en tantos lugares se suman, se apilan, mujeres y hombres con chicos, que se instalan con la misma esperanza que fueron perdiendo en sus provincias de origen, o en el extranjero. Se sigue llamando Pobreza. Se ubican en zonas que ensanchan y alargan cada límite. Extienden la marginalidad. Territorios de cuota baja, allá al final. Inundables. Se mezclan y confunden a media subida hacia cada Centro, agotando las fisonomías barriales en un claro camuflaje de degradé económico con las ultimas cuadras de hace años, de lo que era la clase media, y donde aun escasean el asfalto y las cloacas con vecinos de impuestos al día. Sobran los pozos ciegos. El clima hace el resto. El clima no perdona lo que el hombre modifica ignorante o conscientemente, o interesadamente al costo humano de muchos. Cambia el clima, porque la ignorancia de los hombres lo modificó antes, de a poco, talando árboles y levantando cementos y barriadas sin planificación futura alguna, menos aun en los sectores agrarios. Ciudades sepultadas por el agua, o sequías interminables que impactan en la economía general.
“Han adornado desde la tierra hacia arriba, no han trabajado desde la tierra hacia abajo”. Cada vez llueve más y más seguido. Las estaciones se van desplazando, despacio, sin advertirnos demasiado. Hay más gente. Menos desagües. Faltan Viviendas, Diques o Compuertas, Salud Pública, y está excedido patéticamente el mal trato a cada docente.
Somos solidarios después de lo inevitable. La solidaridad, sobre todo la solidaridad joven aunque bienvenida y en buena hora, no puede reponer años de trabajo a tanta familia. El agua ahoga y destruye. La perdida de bienes de una vida, desmembra por dentro, de a tirones rompe, raja. Termina de desmoronar lo que ya hace cada jubilación o cada desempleo. Ningún Plan contiene esto a la larga.
Ahora, ante los hechos de La Plata y Capital Federal, no hay subsidio que valga, sobre todo después de largas colas que impliquen trámites interminables ¿Quién cree en ellos? Tampoco puede la solidaridad resucitar muertos. Es bueno que esos jóvenes solidarios existan, mejor sería que vayamos acostumbrándolos a permanecer en la solidaridad pero antes, inculquemos en ellos cómo ser libres y demandantes. Al menos años arriba, podrán contar con políticos más capaces. Menos rapaces e inútiles que los que padecimos en los últimos treinta años. La Solidaridad no es Justicia.
Nada deja más dinero por afuera, en cada gestión, que la Infraestructura. Más que nada la Infraestructura que se promete y no se hace. Nada es tan inocultable y tan poco demostrable. Nada peor que un presupuesto bien mentido. Quien hace la trampa, hace los números con amigos y está sentado sobre la caja. Esto es lo primero que hay que modificar. Es necesario allí el control más inescrupuloso por parte de las Instituciones No Gubernamentales.
En horas, y ante tanta miseria humana, vimos a cada ministro insultar a otros ministros o secretarios opositores. Desde De Vido a Macri. De Vido algo tiene que ver con la Infraestructura. Y el jefe porteño proponía ayuda a Scioli, cuando las calamidades en Caba arreciaban. Millones de pesos, solo en comercios.
No es la manera. Por este camino no vamos a ninguna parte. Lo Irremediable, no es buena Política. En Tigre, la inutilidad no abrió una compuerta, nos referimos a un operario que tiene que llegar de La Plata para hacerlo. En La Plata, Bruera, que tiene asesores adiestrados para mentir descaradamente en Twitter, no cumplió con el plan de infraestructura hidráulico. Recién y desde ahora, De Vido lo va a auditar.
Como no entender a la Gente que abucheó a una funcionaria como Alicia Kirchner, candidata para más, excedida en propaganda y pobre en cada resultado.”¿Desde el Calafate me venís a dar el pésame?” gritaban. Según ella, y en conferencia mas tarde, al lado de Scioli, “se trató de agitadores”. De violentos. Violencia Señora Ministra, es lo que ustedes no gestionan, y provoca tanto espanto.
No se dan cuenta donde están parados. La respuesta es simple; viven, ocupando otro mundo. Un universo lejano con el que no se comprometen con el cuerpo.
La Cruz Roja argentina con escasos recursos, resultó más efectiva que Kolina, o que La Cámpora, a la que nada le falta, salvo riqueza en sus mandos superiores.
Tampoco nos sirve que la TV pública se solidarice y conduela, spot mediante, si ahí, justamente, hay mucho del dinero que falta a la gente más perjudicada. Durante décadas quienes los precedieron como Gobierno, hirieron de muerte el gran cuerpo social.
Es verdad. Ustedes llegaron como una esperanza.
Pero no sé si lo saben, no sé si se dan cuenta, no sé si se los han dicho; ustedes antes que una supuesta revolución social y con tanto dinero que hubo en distintas etapas de estos últimos diez años, han llegado a revolver esa herida que nunca cerró, profundamente.
Hay que decirlo y dejarlo escrito con cada letra; es la Política la que puede salvarnos. No lo más canallesco de ella.
YAYO HOURMILOUGUE.
LA 5PATA
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