Abstraerse, alejarse del problema, no formar parte de él. Verlo desde lejos. ¿Cuál es el precio de la libertad? ¿Y del acorralamiento?
Me pregunto qué va a suceder el día 7 de diciembre. Y solo encuentro dos respuestas.
-El gobierno puede enviar a las oficinas del grupo multimedio, abogados, un escribano, hasta puede intervenir un Juez, y forzar los plazos de la desinversión, ejecutando un Acta, para que la Justicia siga.
-O puede, como hemos visto con YPF, desalojar compulsivamente.
Entre una y otra instancia, está la medida de las cosas. El retroceso o la civilidad. ¿Qué dirá la Corte acerca del per saltum? O, ¿es el Per saltum ahora el que decide si hay Corte o no?
Voy a volver a repetir aquí que nada me une al multimedio Clarín, solo el trabajo de decenas de colegas a los que conozco desde hace años, lo mismo que en Télam.
No, de 678, no conozco a nadie.
Me pregunto qué será de un gobierno sin opositores, y sin un periodismo que pueda criticarlo, además de un país parcialmente aburrido, donde la unilateralidad, como en Venezuela, aplaste, apague, fastidie, canse. Injustificablemente hunda. Elimine.
Es como un hombre sin mujer, como una mujer sin hombre. Como alguien sin pareja.
Me dirán; Chavez volvió a ganar! Responderé que ganó ajustadamente con todo el peso de la propaganda, los medios y el dinero. Con la aparatosa estructura. Prolongado agonías institucionales. Auto eternizándose contra la Constitución. Militarizando la Democracia.
¿Hoy y aquí, está seguro el Gobierno de este paso? ¿No será al mismo tiempo acelerar su caída? ¿Han analizado la reacción social? ¿El verdadero costo político? Independientemente que el multimedio deba o no ir a la justicia por los errores de Héctor Magnetto de etapas anteriores, para eso, también está la Sede de Talcahuano, o debería.
Cabrían las preguntas; ¿Cómo? ¿Dónde? ¿Cuándo? ¿Por qué? ¿Para qué? Suficientemente periodísticas, insuficientemente políticas.
Se trata de un duelo donde el odio esta pudiendo más que la mesura. Que el destello político inteligente. Los Personalismos, nunca son buenos. La actitud del ministro de Justicia, es parcial, discrecional, y por tal, se vuelve abstracta.
Vos sos Estado. Yo soy Estado, todos somos el Estado. Y como tales, ningún gobierno nos ha consultado.
Algo más, muchos periodistas vienen cambiando su postura. Es el terror a empobrecer. Se equivocan. Colegas libres antes, que ahora dan pena cuando se los escucha.
Siempre quise un estado Soberano. Nunca un estado abusivo. Me interesa que el estado atienda la educación, la salud, la vivienda, la Justicia. Que administre, que gestione. Pero no quiero que el Estado organice mis deseos. Ni que me digan qué debo, o qué no debo preguntar. Más aun, la actitud periodística debe ser necesariamente crítica, no descalificante, pero sí, critica. Innatamente critica.
De no ser así nunca hubiera sido periodista, sino un Político en el reino de la equivocación. No veo un estado actuando, veo un Gobierno empecinado. Enceguecido de torpeza.
Las ART asignan un valor a las manos, a cada parte de tu cuerpo, nada dicen de la dignidad.
No hay Gobierno libre, sin Prensa libre. Quien abusa hoy, mutila su mañana ¿Que será de quien ya no pueda preguntar, y esté obligado a aplaudir? Es preferible perder una mano.
Hay que decir Democracia, como si se dijera aire, tierra, agua, amor.
YAYO HOURMILOUGUE.
LA 5PATA.
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