Opinión- YAYO H.-La Metáfora de las Palomas.- La 5 PATA

Las Palomas solo llevamos mensajes. Pero las que somos verdaderamente mensajeras, quedamos pocas. Y podemos ver mejor desde lo alto, es como ver desde afuera, desde lejos. Y de vez en cuando, también bajamos a la tierra.

Nuestro problema no es la política, tampoco la economía. Esas no son causas, son consecuencias que multiplican efectos devastadores.
El origen de cada mal, está en la violencia. O en dejar de construir la paz propia.

Como la violencia de cada hincha que vive un deporte como si fuera la guerra, la de adolecentes desocupados a la salida de cada baile, las de los cortes de un puñado de mujeres y hombres en las calles de miles. Las de los pseudo revolucionarios públicos contra cada emprendedor privado. La del periodismo libre contra esta aparición creativa y doctrinal del periodismo militante. La de cada discurso presuntuoso de no cometer errores. La agresividad, definitivamente, de cada palabra de un lado y otro. La de los gobiernos, la de sus opositores. La de los que levantan una bandera, arriados porque ignorantes y necesitados, cobran, y la de aquellos que lo pagan, forzados, sin que los consulten.

La de víctimas indefensas contra una justicia que ha extraviado cada paso, justicia rehén de decisiones de poderes que en más de un caso, la han doblegado.

Aquí cerca, cada muerte no es gratis. Cada plato que falta en cientos de comedores, tampoco. Que las provincias y el AMBA vivan pobrezas que las metrópolis no sufren o tapan, nos acercan al abismo, acaso a la hipocresía, no a la felicidad.

Cuando cada político no responde el audio de una docente desesperada porque en Salta cada chiquito pasa hambre y frío, tenemos un problema, nosotras, las palomas mensajeras.

La violencia es el resultado de no ver, de no escuchar, de no creer salvo en lo propio, de juzgar al mundo y sus resultados con una mirada única, insoslayable. Son miradas del presente acuñadas en egos embebidos en autismos políticos, que mientras van hablando de futuro, lo secan. Llevan sus utopías en cada bolsillo, sin permitir que otros las compartan. Venerables utopías de unos pocos. Mientras lo populista abraza millones, la utopía real los saca por la puerta de atrás.

Los liberales se equivocaron cada vez que se llamaron a sí mismos nacionalistas en diferentes etapas. Los de ahora, confunden igualmente nacionalismo con estatismo, profundizando sus verdades más sacras. Bienvenido el yacimiento nacional, que pena que a tanto costo y tanto error.

Hay un nuevo argentino dueño absoluto de cada verdad. Así lo criaron aprovechando su olvidada juventud, mitigando sus dudas más remotas para que las deje atrás sin resolverlas. Habrá que poner distancia de ese argentino de exabruptos políticamente emocional, ya que es imposible enfrentarlo sin violencia, porque no conoce otro modo de reaccionar. Si no te acercas, sos enemigo. Y lo sos si acercándote, no pensas igual. Las palomas mensajeras nos alejamos de la violencia. Demasiado tenemos con los halcones de altura. Sobre todo cuando siendo mensajeras no nos llaman, no nos informan, no nos consultan. Una plaga de Cotorras Monachus nos han suplantado en el oficio.
Hay un nuevo argentino dueño de un poder visualizando una Nación que los des-apoderados no podemos ver, aunque lo intentemos. Quienes no queremos la violencia, tomaremos la constitución y volaremos sobre los techos para que no nos alcancen. No podremos cerrar la puerta, tirar la llave y alejarnos como Cortázar en Casa Tomada, porque ya lo hizo él, y pasaron los años, sin grandes resultados. Cortázar no pudo regresar, y murió lejos.

Esperaremos hasta que bajen su virulencia, y sin soltar cada letra, lo intentaremos nuevamente porque habrá un momento ajeno a ellos, que ellos no buscaron, indispensable, en que nos necesiten. Siempre hay un punto en que el Poder se molesta y resulta inevitable el temporal para los que están dentro.

Los extremos de la violencia, un día, cederán. Opinaremos con libertad entonces un país diferente reconociendo cada cosa hecha, reconstruyendo cada error. Veremos antes qué hacer para recuperar nuestra palabra. Reemplazaremos Vehemencia, por violencia. A la violencia, a la Ira, al Odio, no los mataremos, ni los expulsaremos, los dejaremos como están, pero les asignaremos un lugar mucho más pequeño, para que vivan donde deben vivir.

Un Palomo ruso decía que con las mentiras se avanza mucho, lo que no se puede, es regresar de ellas.

(3 de mayo. «Día Mundial de la Libertad de Prensa»).

YAYO HOURMILOUGUE
LA 5 PATA
SIMPHONY FM91.3

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Autor entrada: Editor

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