Daniel Chirom

Daniel Chirom


EMILIO SALGARI

I

Una sombra improvisa rabiosas aventuras

en paisajes ninfomaníacos

con hombres a cara o cruz

curtidos por el sol y el viento.

No hace falta abrir la ventana del cuarto mal iluminado

para batirse a duelo con los traficantes de esclavos,

sólo se necesita la fiebre por la vida,

no dejar caer los brazos.

II

El viaje mas largo que hiciste

fue de Brindisi a Patras

y sin embargo ¡qué bien huelen tus odiseas!

Te imagino furioso frente a la hoja en blanco

embebido en esa tinta que fabricabas con tu sangre,

fumando un cigarrillo antes de tomar cada decisión

al igual que tu capitán Yañez,

quien fumaba cien cigarrillos diarios.

Una selva loca invadía tu lecho,

Malasia te mecía en sus brazos

mientras los tigres surcaban el cielo raso de tu cuarto

y alaridos descabellados de extraños plumajes

perforaban el silencio

¡Cuántos obstáculos venciste para rescatar el grito

desgarrado de nuestra selva!

Una multitud de fieras conversaba contigo en las noches

y nunca te negaste a contestarles,

sabías demasiado como para callar

las alucinaciones de la mente.

III

La injusticia brama en Malasia

y tú, desde una pequeña habitación arreciada por los huracanes,

ciñes la desazón que otros hombres labran sobre las barcas.

La fiebre amarilla disuelve tus entrañas;

ensimismado en combatir la intemperie de los gobiernos ingleses

luchas junto a monos aullantes y piratas disecados

por la sal de los mares

Nada pudo detenerte,

ni la lujuria del cielo del Cabo de Buena Esperanza

ni aquellos felinos que agazapados sobre sus pensamientos

esperaban pacientes  dar el salto

para atrapar a la presa  entre los dientes.

Sandokán no es un mito,

su sangre caliente es de nuestros días;

sólo el poder es un mito

que en la soledad de su codicia

se devora a sí mismo.

Está derrotado quien arriesga

pero está muerto quien no opone resistencia

IV

Tu geografía es el croquis de nuestro desconcierto.

Son muchos los que han perecido

en los laberintos de la jungla

mas nunca a tus personajes les pasó nada,

presos en la incandescencia de la vida

eran tomados prisioneros por implacables enemigos

y luego liberados por incondicionales amigos.

Un maharajá nunca se duerme por completo,

permanece espiando al  mundo con su ojo oculto

pues sabe que ninguna ciencia es cierta,

lo que hoy es un emirato mañana será un pantano.

¡Qué nítido se recorta Sandokán en esta tarde

cuando a través de mi ventana veo princesas cautivas

pudriéndose a la espera de los amantes!

Miente quien dice describir la realidad,

ella es tan fuerte y segura de sí misma

que sólo es posible atraparla mientras soñamos

con los ojos desvelados por la alquimia del verbo.

V

En Verona,

sólo en Verona reposan para siempre los amantes.

Allí una gastada  lápida delata tu presencia.

Imagino que aún combates en la tumba

contra enemigos escurridizos,

aquellos que te ensartaron dos sablazos

cuando de puro distraído pensabas en la muerte.

¡Qué desdicha la del  que medita con sus entrañas!,

nada le es claro, todo tiene gusto a sangre.

«¡Oh Capitán … mi capitán!…nuestro espantoso

viaje ha terminado».

A LA MEMORIA DE RAÚL GUSTAVO AGUIRRE

Estoy de este lado

no sé cómo llegar a tu muerte

enamorarte los ojos

prenderle fuego a tus palabras.

En tu voz

veo barcos calcinándose de neblinas

y un rumor de sirenas

enlutando las anclas que buscan una pregunta

en las costillas del océano.

Tu oficio es un naufragio,

la claridad exánime del que no responde.

Bebe

has visto la luna rigiendo el leprosario

baila

el cielo vacía su blanca taza sobre el Hades

sueña

una canción es una trampa

canta

una sinfonía enloquece en tus manos

muere

pues es necesario renacer donde el corazón yace.

El silencio ruge una plegaria

y el alba abre su resplandeciente página

sobre la momia de un tiempo que no existió

y hemos vivido.

LI PO

La luna callada

canta en el valle.

Nadie la escucha

salvo Narciso

que ha extraviado su lago

y la mira.

LOS ATLANTES

Los sacerdotes egipcios fueron nuestros últimos testigos;

perduró la leyenda por boca de Platón.

Nueve anillos de agua y nueve de tierra,

y de anillo a anillo construimos puentes.

Rodeados del favor de los dioses

modelamos la alegría de los metales preciosos,

cultivamos la perplejidad de la filosofía,

la magia de la poesía.

Cuando los vientos nos fueron favorables

surcamos los mares con nuestros tesoros:

nos arrojaron de todas las costas

y fueron malditos nuestros magos.

Inútil fue regresar:

nuestra tierra se encontraba en el seno de la tierra.

Fuimos condenados a vagar la eternidad.

Somos los Atlantes,

naufragamos con nuestras riquezas.

A veces,

en mitad de la noche

nos humilla la poesía.

REQUIEM PARA PHILIP MARLOWE

Queda la resaca de tanto café y cigarrillo,

el lejano fulgor de rubias y martinis más allá de toda madrugada,

las calles desiertas, un cuarto solitario, el dolor en la mandíbula.

Todo se reduce a balbuceos

cuando el cuerpo comienza a comportarse como una pesada carga

y los puños ya no responden.

Estás solo

de cara a las alcantarillas

viendo como tus frases sentenciosas resbalan por las cloacas

dejando entrever la sonrisa amarga del caso no resuelto.

Sabes que la alarma ha sido falsa,

tu propia imaginación exacerbada por tanta vigilia.

Después de haberte jugado la vida tantas veces

sobrevives en la ironía,

comprendes que aún no has visto el rostro de tu enemigo.

SANGRE Y ARENA

a Mario Morales

Tu capa roja sobre la arena

tu rojo haciendo la verónica para que la palabra siga su camino

y el sentido quede con los ojos furiosos mirando al público.

La escena es siempre la misma

y tu miedo aumenta con cada embestida,

sabes que nadie sale indemne de la lucha

donde una oración acomete con rabia un trapo agitado en el aire

una hoja blanca               un muro

con silencios a punto de parir interrogaciones

con respuestas sin memoria.

El juego es un conjuro

y quisieras otro disfraz pero el oficio es un número fijo

y las musas no quieren un cambio

nadie lo desea

el escenario está montado

y alguien tiene que ser víctima y victimario.

Tu poema en la plaza

tu poema esquivando al toro

escapando del laberinto con Ariadna en brazos

para que el pavor no embista

al trapo blanco                 a la hoja roja

y la mirada sea una palabra con el sentido de espaldas al público

cuando el espectáculo es un mudo muriendo en sus gestos.

AMOR

Todo recomienza.

El que ama se pierde.

MUJER

Oh mujer negra, negro corazón, labios impíos, gracia

sombría de árido y seco vientre; mar y nave, barco sin

rumbo, hundido y herrumbroso como el castillo del mago;

navío sin timón, naufragio.

Cuerpo candente, muérdago del deseo,

piernas nacaradas del puente,

piedra cerrada, muerta, olvidada por su olvido;

cuerpo para delatar la intemperie,

cuerpo donde aún la muerte es bella.

SARA

Estas ramas

son tus manos

acariciando el cielo

después de cada tormenta.

Y esos dedos son llamas

encendiendo una noche

en la penumbra blanca de tu ocaso.

EVA

Ausencia eterna, hiere mi voz,

dame la palabra del rubí,

un canto del arpa, la belleza del trueno.

Que en cada oración encuentre mi reino.

Bendita sea tu desnudez enceguecedora,

tus frutos luminosos,

tu oro extremo.

Soy polvo, sangre, hiel

y nada en tu oculto lecho.

Ausencia eterna, otórgame la luz,

confiéreme el silencio.

MARÍA

Desconozco los planes del destino.

Soy el instante

en que la ausencia

es arrebatada por un silencio.

LILITH

La luna es nueva

y el río ya no es el mismo

pero tus ojos permanecen iguales;

sólo quien viajara hacia el fondo de su mirada

descubriría algo más que el paso del tiempo:

un animal enfurecido contra la jaula del horizonte.

LA MUERTA

Muerta la muerta, encendido su olvido

su nunca más de yegua desbocada, su noche

donde canta la piedra y la nube.

La voz de la muerta no muere, agoniza, permanece

y sus canciones encantan a los navegantes, a los no nacidos

y a los muertos que gritan en silencio

para que la muerta escuche y despierte sobre su muerte,

sobre los ojos enceguecidos y sobre el féretro de oro

de todas las aguas, ríos, mares y océanos

que atizan las lenguas de la intemperie.

de Oscura Claridad (inédito)

XLVIII

Hemos vivido en la esperanza del alba

y la bruma quebró nuestras lenguas.

Un horizonte sin son

nos hace buscar en la sima.

Los amantes carecen de sombra.

XLIX

El planeta gira en torno al sol,

el sol rota alrededor de la galaxia,

la galaxia rueda sobre el sello mágico.

¿Qué razón tiene para vivir el sedentario?.

L

Ángelus,

exvoto de la araña,

horizonte sangrante.

La opacidad se transforma en vibraciones sonoras

y un vientre petrificado

tiembla de azufre.

En la edad vacilante

un heraldo derrite cera.

LI

Una joven hermosa me visita en el eclipse.

Apenas pronuncio su gracia

desaparece

en la trova helada del ensueño.

LII

Tu nombre te esconde.

Se mi hada, mi maga,

mi último secreto.

LIII

Cuando el tiempo borre tus coros

y todas las iglesias

sean piedras hundidas

aún brillará tu belleza en estos versos.

Ellos serán testimonio de mi religión.

LIV

Sólo poseo el habla, sólo poseo

mi lengua incierta para buscarte

porque cantando quedé mudo

y sólo puedo revelarme por señales.

LV

El rostro del mundo ha cambiado.

Abrázate al asilo de esta última era.


Daniel Chirom nació el 13 de mayo de 1955 en Capital Federal. Es abogado y periodista. Publicó los siguientes poemarios: «Crónica a Robledo Puch» (1975), Ed. La Trenza Loca; «Los Atlantes»(1979), Ed.Anagrama; «La Diáspora»(1983), Libros de Tierra Firme y «El Hilo de Oro» (1989), Ed. Ultimo Reino. Este último libro obtuvo Mención de Honor a poemario inédito en el Premio Municipal de 1987-89 y Mención de Honor en el Premio Ediciones Culturales Argentinas. En 1994 obtuvo el Primer Premio Fundación Inca de Poesía 1994 con su poemario «Candelabros», publicado en el 2000. Realizó la «Antología de la Nueva Poesía Argentina»(1980), Ed. Cuatro, con prólogo de R.G. Aguirre y estudio de Cristina Piña. Para el Centro Editor de América Latina realizó antologías de Walt Whitman, Wallace Stevens, Edgar Bayley y Raúl Gustavo Aguirre, las cuales fueron vendidas en kioskos, con un tiraje aproximado cada una de 30 mil ejemplares. En prosa publicó «Charly García», Ed. El Juglar, 7 ediciones. Actualmente es director de la revista de poesía ilustrada «El Jabalí» y conduce el programa de radio El Jabalí, que se emite los lunes y miércoles a la medianoche por Radio Nacional AM 870 y está dedicado a la poesía y al jazz. Colaboró en los suplementos literarios de Clarín, La Prensa, La Razón, Tiempo Argentino, El Periodista, etc, además de publicar en muchas revistas nacionales y extranjeras. Entre otras antologías, figura en la de Raúl Gustavo Aguirre, «Antología de la Poesía Argentina», Ed. Fausto, 3 tomos(1979); «Libro del Padre»,de Antonio Requeni, Ed. Torres Aguero(1984); «Panorama de la Poesía Argentina Contemporánea» de Eliahu Toker (1989), Ed. Raíces, «O Punhal Lúcido» de Milton de Godoy Campos (1982), Ed. Club de Poesía de Sao Paulo y «70 Poetas Argentinos», de Antonio Aliberti (Ed.Plus Ultra). El poeta y profesor Juan Manuel Marcos realizó un estudio sobre su obra que fue publicado en la Universidad de Louisania, EE.UU., bajo el título «Imagen y Autoimagen en Daniel Chirom». Recientemente sus poemas fueron incluídos en una antología de poetas judíos de la diáspora en la revista «Laufschriet» (Alemania). Daniel Chirom falleció el 1 de diciembre de 2008.

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Del Sitio Zapatos Rojos

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Autor entrada: Editor

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