En el adulto, los Reyes son la magia perdida. Y nos aferramos a lo que está dormido, dentro, sin dejar de ser aquellos mimos. Pasamos, sin alejarnos demasiado. Era empujar esa puerta. El asombro y la sorpresa derramados en un solo cuerpo de ansiedad primera. La espera inquieta, incesante. Y el amar sin restricciones, cuando […]