En resumidas cuentas, La Oposición ha sido tal, en virtud de la existencia del actual Gobierno. Se ha construido “mediante” él, y no por vida propia.
Realizó un pésimo análisis de la realidad argentina antes de la Primarias (por llamarlas de alguna manera), y peor aún, no supo Comunicar. Así, la Oposición ha perdido su propia identidad, y paradójicamente ahora esto no es bueno para nadie, ni siquiera para el propio Gobierno Nacional.
Esta Oposición General, deberá salir obligadamente del diván del psicólogo tras la quebrazón anímica, para demostrar mínimamente lo que de ella espera el otro 50% de la población, aunque reconociendo al mismo tiempo y en ella, a una oposición fragmentada y mas personalista que antes.
La oposición se ha dado cuenta de lo que falta, pero no asumió que ante sus propuestas, lo que han cambiado son los tiempos, y con ello, quienes lo habitan. Bastaba ver los Nombres del pasado en los supuestos “cambios del futuro”.
La práctica de un discurso Clásico, apoyado en un critica a veces real, a veces oportunista, no pudo contra un aparente clima Progresista-no Liberal, que tiene su otro extremo aunque con diferencias, en Hermes Binner. Esto es al menos, lo aparente.
Aparente, debido a que a tal Progresismo-no Liberal, el Gobierno todavía tiene que terminar de refrendarlo en los hechos, me refiero a verdades insoslayables; La desigualdad, La Corrupción, la Prevención Económica, y mucho de Institucionalidad y Respeto a las Opiniones Ajenas. Incluido un Asistencialismo que no termina de construirse así mismo dentro de una Cultura Responsable. La política ha ganado de la mano de la economía, por eso es imprescindible amarrar lo que económicamente llega, y prevenirlo.
Argentina comienza a agitar temas nada menores; Si la inflación no es una preocupación para una indudable mayoría, comienza a serlo nuevamente la Inseguridad, el Robo de cada Hijo. La Trata de Adolescentes, el Mercado de Recién Nacidos, la Droga como un País que ha dejado de ser “De Transito”, las Salideras que persisten, en definitiva, la preocupación de caminar con libertad, cualquiera sea la edad del Ciudadano. Y este Gobierno, si quiere puede hacerlo, sobre todo ante una ausencia opositora a la que le queda limitado un campo casi específicamente legislativo y político. En ese páramo, ambos, podrán volver a hacer política. Lo que queda, después de los fuertes aguaceros. Un dato nada menor lo constituyen los Municipios, donde Lo Social debe ser reconstruido con Liderazgos Ausentes y en algunos casos Incipientes, acercando propuestas a cada Jefe Comunal.
Por parte del Gobierno Nacional, será cuestión de direccionar recursos y gastos, hacia el lugar donde cada habitante comienza a pedirlo a gritos. Y como imprescindible, pluralizar temas que erróneamente han quedado circunscriptos solo a unos pocos amigos. Esa mea culpa, es necesaria en el gobierno. Su subsistencia de ahora en mas, dentro de ese 50% que hasta puede ampliar en octubre, está sujeta a abrir el juego, quitándose molestias propias de encima sintetizadas en funcionarios que ya no dan para más.
YAYO HOURMILOUGUE.
La 5 PATA