Hotton, hasta me pareció ingenua e imponderablemente cándida con su denuncia hasta hoy mediática. Y eso, sumado a su titubeo la demuestra poco creíble aunque esté diciendo la verdad. No creo que mienta, sino que otorga a su denuncia un matiz que durante años fue parte de un enunciado conocido; Las negociaciones. Hay una carga de sobre-exageración en lo suyo independientemente de la gravedad del caso. Y a ese carro, se treparon unos cuantos, no desconociendo de qué se trata, el periodismo inefablemente, hizo el resto. Me refiero a que la diputada parece no haber captado el ámbito en el que debe ocupar un lugar. En realidad peca de inexperta si consideramos que después de debates durísimos y en cualquier circunstancia, dos legisladores se toman un café y uno se ríe del otro y el otro termina riendo con quien lo ha vencido, hasta esperar una revancha, así como hay odios y rencores mayores que en política pasan a la historia ¿O hay quien crea que en la vida, o en el comercio o en el congreso las cosas son diferentes a como las planteo? ¿Y fuera del Congreso? Otra diputada se retiró con el pretexto de un parte médico que después no supo explicar, bochornosamente.
Era la primera vez que se discutían tres proyectos acerca de un presupuesto, tema nada menor. Estamos concurriendo públicamente y por primera vez a las Operaciones políticas de rigor. Han corrido el cortinado para develar una verdad conocida por muchos. Se ha revelado lo que hay detrás. Se ha hecho público lo que todos sabían o imaginaban, no lo que nadie desconocía.
Las llamadas tratando de seducir, convencer o canjear, existieron siempre. Estoy de acuerdo que la Justicia haga ahora lo que corresponde. El punto es que mientras esto sucede, el tema está empantanado y unos sacan tajadas sobre otros. Y el Congreso se convierte en un Departamento Chismográfico.
Hoy, 17 es el día del Militante. Se festeja el día de una raza casi extinguida de hombres que no ubicamos ya en el Congreso ni en la CGT, pero que existen en otras luchas con menor prensa, más solitarios que nunca. Hay legisladores que saben, y demasiado, y hay otros que son como el teorema de Pitágoras, y que no interpretan un proyecto cuando lo tienen delante. No lo comprenden, pero pueden pagar asesores amigos con grandes sueldos para que se los expliquen o les digan donde firmar. Estas mujeres y hombres nos representan, porque los hemos elegido.
Mientras tanto (siempre hay un mientras tanto), en Misiones mueren los chicos desnutridos, los jubilados esperan que los recuerden mientras cuentan monedas para ir a las farmacias, en cientos de frigoríficos comienzan a despedir gente, no nos faltan vacas, nos faltan ideas. Nuestros jóvenes delinquen porque eso y no otra cosa les hemos transferido, a sus padres y a ellos, en Coronda estalla el Penal porque no hay política penitenciaria, hay abogados que practican la industria del juicio convertidos en “caranchos”, la gente se preocupa por los precios de fin de año, los que saben no saben que lo Macro está bárbaro pero que lo micro enfrenta un camino resbaladizo, asombrosamente tapizado por la financiación de tarjetas, o que con tantos planes hay chicos que no son atendido en los comedores, y que hay quienes no estudian y van solo a comer los mediodías, o que la salud está colapsada en el 70% del país, o que alguien va a morir por un disparo mañana nuevamente en cualquier momento del día, mientras las televisión nos alumbra con un casamiento prestigioso, o un ministro desmiente la inflación con su sueldo de lujo, o que quienes lideran sus provincias y en algún caso a fuerza de mordaza siendo dueños de cada medio creen que pueden liderar el país. Y en verdad, de lo que se trata es de terminar con paternalismos y construir Ciudadanos.
Los Medios parecen enfocarse entre los grandes Multi y el Periodismo Oficial de renta ligera, y hacen de ello el único problema del país. Es decir, el dinero produce milagros para unos pocos, para complacientes y para grandes grupos. Obra hoy más que nunca de manera inesperada. Concede milagros a la mediocridad. Los hace sentirse lo que nunca hubieran podido “ser” en condiciones humanamente normales.
Pero hay quienes creen en otra historia, mientras enfocan la inflación como un impuesto caro e ilegitimo. A Quienes visualizo desde el conocimiento, desde los ámbitos académicos, desde los que investigan por un sueldo, o de docentes que llegan a donde no llega el transporte subsidiado y patean el barro, y lo veo venir muy despacio, con tanta lentitud que me acongoja, desde esas militancias mas ralas, como fabricas también destruidas, cuando quienes creen en algo ponen todo allí, alimentando la esperanza de tocarlo algún día, de hacer justicia con eso en lo que creen.
Aquí vamos, lo veo desde lo Social, no desde lo Partidario, a la Partidocracia la han fusilado con herramientas cargadas de decepción inhumana. Lo he dicho antes, lo voy a repetir ahora, con Perón murió Perón y lo que ha quedado son malas imitaciones.
Nos están faltando más cuerpos de mujeres y hombres que crean. Que crean en ellos mismos. Solo así podrán después creer en un país y levantarlo, mientras lo viejo cae como caen las puertas. Y después habrá que llenarlos de contenidos libres. Solo así vamos a terminar con discusiones estrafalarias donde hasta ahora comprobamos que se juega el compromiso de todos con diputados y senadores excéntricos y funcionarios dispendiosos con lo ajeno. Son cargos que nos demoran permanentemente. Pero es lo único que hay, o lo que nos queda. Lo que elegimos. Sin embargo, es un momento de cuidado. Una cosa es no compartir lo que la Presidenta dice. Otra hacerle intransitable el camino. Otra permitirle lo que no se debe admitir a cualquier Gobierno. Por la otra parte, necesitamos un congreso, no sé si éste, pero lo necesitamos. No podemos descuidar que tiene dentro lo que hoy cada uno de nosotros somos. Y más vale conservarlo. Pero eso no significa callarnos la boca.
Son momentos de equilibrio, para observar cada entorno con preocupación inteligente, sin alarmismo. Hay paredes que en las calles comienzan a hablar, a advertir.
Y hay insensatos que apuntan y disparan (dicho desde lo eufemístico), hacia cualquier parte. No sea cosa que desatemos una balacera de contradicciones y de explicaciones inentendibles e irresponsables que nunca podamos descifrar.
Ya es demasiado, lo que no podemos explicarnos.
Somos La Quinta Pata.
YAYO HOURMILOUGUE.