Las paredes han visto mi paso.
Estarán erguidas aún,
cuando ni el rastro quede
de mi pasar pasado.
Cuando esté acercándome,
respóndeme con el abrazo,
que yo echaré de tu rostro
fantasmas lunares del espacio.
Lo intentaré, porque;
¿Vale recordar que fuimos suficientes?
¿Qué cosechábamos cuando jóvenes,
risas y aplausos?
¡Si a los treinta y pico ,
nos llevamos todas juntas;
las materias de la vida y el espanto!
Yo tengo para mi, que estoy cansado,
y tengo para vos
que hay que seguir andando,
porque saco desde el otro,
este atormentado querer ser algo.
Un perfil húmedo
de ventanas transpiradas,
me devuelve la imagen de libros apilados.
Antes, los amaba.!
Lástima !
Hoy los leo por si acaso.
¿Serán estos los años?
¡No! ¡No quiero creerlo!
Digamos mas bien,
como tu abrazo,
que son momentos ocasionales,
sin embargo.
Entre dos viejos conocidos,
la penumbra,
de dos viejos extraños.