La economía brasileña crecerá un 2,2% en 2019 y un 1,8% en 2020, estimulada por factores como el tono expansivo de la política monetaria y el aumento de la confianza. Sin embargo, las perspectivas de recuperación del crecimiento son ahora menos positivas, fundamentalmente debido a la visión de que el entorno global será menos favorable que lo anteriormente esperado.