“Norte-Escepticismo”. Yayo H.-LaQuintaPata

Al aire: 18; 22 hs.-Viernes 11-11-16-

Macri había dado su apoyo a Hillary Clinton. No estuvo mal hacerlo. Y no fue el único. El desafortunado Tuit de Malcorra ya con la elección definida, es otro tema. Ahora, cada Presidente espera una relación constructiva con Trump. Que otra cosa pueden decir, ante preocupaciones imposibles de demostrar abiertamente.  

Prejuicioso fanático conveniente, procaz, narcisista, machista, casi de malos modales, vanidoso, burlón, xenofóbico, un guasón sarcástico e irrefrenable; así es Donald Trump, un personaje televisivo, un esperpento mediático que niega cualquier política de cambio climático según su propia campaña. Aun así, Trump manifiesta un voto que lo favoreció, que no es más que el disconformismo hacia toda la dirigencia de las últimas décadas, y hacia la política global. 

Esa globalización que empobreció al americano medio y al trabajador industrial, dejándolos sin trabajo, junto a inmigrantes a los que también culpan, y donde México se lleva todas las cachetadas.

Tras el Brexit británico, donde los temas principales fueron tres: la economía, la inmigración y la soberanía, según John Twyman, jefe de investigación política de YouGov, lo que se resumió como «euroescepticismo», continúa ahora modificándose la política planetaria, donde la monetización es una urgencia desplazando lo social; el Norte-Escepticismo. Con la llegada disruptiva en EEUU de un 50% de ciudadanos que demuestran un populismo de derecha anti global, mezcla de racismo moderno con el ku klux klan, surge el tío Sam en su peor expresión.  

Es la hora de la preocupación empresaria dentro y fuera de EEUU, y peligran acuerdos euroasiáticos por un posible proteccionismo, cuyas últimas olas hacia el sur, nos van a mojar los pies.

Es en todo caso el costo de una gran decadencia dirigencial, y el costo político de todos, donde mostrando el peor rostro cualquier inmigración es rechazada y donde el color de piel y cada cultura, más allá de lo que las sociedades humanas han demostrado, parece importar.

Peligran posiblemente los apoyos incipientes a Argentina acordados con la administración Obama. Acuerdos que habrá que analizar y acaso reiniciar, desde los limones tucumanos a la miel, al azúcar, aceites vegetales, té, la pesca o las frutas frescas, lo que pone en riesgo nuestras economías regionales.

Lo global, negado por un excelso nacionalismo estadounidense ha desbarrancado esperanzas mundiales, y en ese esquema, el voto más impensado penetró profundo. Un escarmiento electoral que trae lo peor, de la peor forma. Un impresentable es ahora presidente de la primera potencia mundial donde claramente el Populismo ha vencido a lo Popular. 

Hay una degradación en el populismo desde y hacia el emisor, de lo cual lo popular carece. Lo verdaderamente popular no es ya derechas o izquierdas, excede tales marcos antiguos, y se apoya o debería apoyarse en la verificación de gestiones. O de gestiones por venir, y no es éste el caso. Mientras lo popular es dar y defender el trabajo, lo populista indica que sin trabajo ni conocimiento se vive igual, en tanto se levanten convenientes banderas ideológicas partidarias, o de MKT Político. En tal caso, una de estas entidades no solo desconoce a la otra; lo popular a lo populista, sino que no la acepta, y no aceptándola, en el norte Lo Popular pierde, gracias a Estados con electores de intereses propiamente populistas,traducidos en comerciales, donde la responsabilidad de Demócratas y Republicanos, debe ser compartida de igual forma.

De hecho, las sociedades no solo se empobrecen en lo material. Trump ve al ciudadano y al mundo desde la pantalla que siempre habitó, y aprovecha una sociedad que volvió a consumirlo en plasmas de diferentes pulgadas; lo que ha prometido al americano es mayor aislamiento y más deuda, más americanismo a costa de menor integración e interacción con el mundo, más independencia y prescindencia, resumido en un proteccionismo que puede deformar la relación con China, un país que ha superado a EEUU en el comercio internacional. Hacia dentro, Trump supo decir lo que muchos quisieron escuchar, sin orientales en el territorio, sin latinos, sin negros, o con lo menos posible de cada uno de ellos, sin minorías entorpecedoras, siempre que no sean cubanos o africanos de derecha, aunque no haya explicado cómo superar la depresión económica en la que están sumergidos desde hace años.

Argentina, ávida de mercados y a partir de esta elección en el norte, esta sentenciada a una mayor tasa de interés, y a intentar golpear otras puertas donde conseguir más mercados, seguramente asiáticos, lo que puede llevar años, aunque exista en la teoría de la planificación mejor formulada, un oriente que viene superando desde hace 5 años a la primera potencia y que definitivamente la dejara atrás para 2030, y quizá éste momento sea la bisagra para tales fines. La política exterior argentina, que durante años no fue, posiblemente sea otra diferente a la de los últimos 9 meses, desde hace solo 100 horas.

Existe por último, una llamativa situación; dos viejos candidatos golfos para las generaciones Millennials. Dos humanos grandes y añosos. Habrán sobrado razones. Es imprevisible lo que viene.

Ante Trump, el gran error del Partido Demócrata, fue Hillary Clinton.

 

Yayo Hourmilougue

LA QUINTA PATA. (Con Propiedad Intelectual desde 2004).

 

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Autor entrada: Editor

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